Que el endeudamiento es una vía de financiación ya lo sabía el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de los bancos -hace quince años tuvo que endeudarse tras la intervención de Banesto- pero para las cajas de ahorros era algo desconocido que están a punto de experimentar.
La aportación que hacen las entidades a este fondo con el que se cubre el patrimonio de los ahorradores comenzó el año con un patrimonio de 4.200 millones que se ha ido consumiendo en un tiempo récord.
De los 9.000 millones con los que se dota el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), al FGD le correspondía desembolsar una tercera parte que suponía, sólo para la hucha de las cajas, un total de 1.200 millones (sólo quedan 3.000 millones).
Unicaja también recurrió al FGD para financiar su absorción de Caja Jaén y CajaSur. La entidad malagueña, aunque aún no los ha utilizado, apartó otros 990 millones de la hucha de todas las cajas (sólo quedan 2.010 millones de euros).
Pero la operación por la que Cajastur se queda con CCM ha terminado por dar la puntilla al fondo al restar otros 1.300 millones de euros que se usan para emitir 900 millones de euros en cuotas participativas y otros 400 millones en preferentes (sólo que 710 millones de euros).
Sin embargo, el Fondo de las cajas se encargará de dar cobertura a un seguro de protección de activos que suscribe Cajastur para asumir las pérdidas derivadas de la absorción de CCM por un importe de 2.475 millones de euros (total: -1.765 millones de euros).
Aunque esa cifra podría haber sido aún mayor si se contemplara las garantías sobre los depósitos avalados por el Tesoro, que según algunos cálculos, se situarían en torno a los 750 millones de euros.
