
Hoy puede ser un gran día para Telefónica y HanseNet. Y todo apunta a que así será. Por lo pronto, está convocado para esta mañana el consejo de administración de Telecom Italia, compañía propietaria del operador alemán de banda ancha, en el que previsiblemente se aprobará la oferta del grupo español por la alemana. Ya está todo hablado y negociado.
El precio previsto oscilará entre 900 y 1.000 millones, según fuentes cercanas a la operación, una cantidad notablemente más barata de la estimada por los analistas la pasada primavera, que entonces valoraban la empresa entre 1.300 y 1.500 millones de euros.
Tensión en aumento
En vísperas de formalizar la compra, la tensión aumenta en Italia. De esta forma, la familia Fossati, accionista de Telecom Italia, se significó el pasado martes al rechazar cualquier oferta que supere los 1.500 millones de euros, una valoración equivalente a seis veces el ebitda y superior a los 1.450 millones de valor en libros de la compañía germana. Según informó ayer el periódico Il Sole-24 Ore, en el caso de que Telefónica no accediera a pagar los referidos 1.500 millones de euros por HanseNet, la alternativa pasaría por fusionar la filial alemana con Versatel.
El pasado lunes fue asociación Asati, que integra a unos 2.300 accionistas minoritarios de Telecom Italia, quien se opuso a la venta de HanseNet a Telefónica.
Por su parte, Paolo Romani, viceministro de Comunicación del Gobierno italiano, reclamó ayer a la dirección de Telecom Italia "una fuerte estrategia industrial", en referencia a la salida de Benetton del consorcio Telco. También apuntó que el Ejecutivo prefiere mantenerse al margen de las relaciones de las compañías privadas.