Empresas y finanzas

¿Antena 3 con La Sexta y Telecinco con Cuatro? Lara y Roures se ayudarán y El País se entenderá con Berlusconi

La corneta de las fusiones, que lleva tiempo sonando, apremia a cerrar tratos y a configurar nuevas y extrañas familias televisivas como Antena 3-La Sexta y Telecinco-Cuatro.

Las televisiones no consiguen frenar la sangría publicitaria y portavoces de las dos principales cadenas privadas reconocen que los ingresos de este año no distarán mucho de los obtenidos en 2002.

Telecinco y Antena 3 están consiguiendo, mediante ímprobos esfuerzos de austeridad y varios EREs encubiertos, mantenerse en beneficios, pero las cadenas menores están abiertamente en pérdidas: Cuatro y, sobre todo, La Sexta, se encuentran en situación agónica.

Por su parte, las nuevas cadenas digitales pierden dinero a chorros aunque las magnitudes son mucho más modestas.

Así las cosas, en el sector, afectado por la situación extrema de Prisa, ha comenzado un proceso febril de conversaciones para conseguir alianzas y fusiones que alivien el desastre.

Ruptura interna en Prisa: esperando un favor para Sogecable

Sin embargo, en contra de lo que se ha afirmado, tras el decreto de la TDT de pago, que ha sido un golpe muy duro contra el monopolio de Sogecable en pay per view, posterior a la ruptura de conversaciones entre Prisa y Mediapro, no se han reanudado los contactos entre las compañías de Polanco y Roures.

El gran obstáculo para cualquier acercamiento es, o sigue siendo, Juan Luis Cebrián, a quien todos señalan como causante de la ruptura y responsable, asimismo, del enfrentamiento entre Prisa y el Gobierno. De hecho, en el seno de Prisa han sedimentado dos posiciones encontradas: Ignacio y Manuel Polanco serían partidarios de abandonar el sector audiovisual para centarse en sus actividades originarias, la prensa escrita con El País y la radiofónica con la Ser, mientras que Cebrián querría mantener su presencia en televisión.

En este agitado contexto continúa activa la negociación de venta de Sogecable a Vivendi-Telefónica aunque persisten las discrepancias sobre el precio de la operación: Cebrián exige 2.500 millones y Vivendi ofrece 1.800, con la particularidad de que el precio de Sogecable tiende cada vez más a la baja a medida que arranca la TDT de pago.

Así las cosas, todo indica que el cierre de esta operación se producirá mediante una decisión política del Gobierno una vez encajen todas las demás piezas, incluida probablemente la salida de Cebrián de la dirección de Prisa.

La ideología nunca se interpone en los buenos negocios

Paralelamente, las negociaciones sobre la venta de La Sexta a Antena 3 están en franco progreso .

Fuentes fiables aseguran que Lara y Roures han avanzado considerablemente en unas conversaciones que pronto podrían dar sus frutos y que, de paso, permitirían a Roures colmar una vieja aspiración: hacerse con el periódico Avui, que para Lara es un problema.

También están en conversaciones Cuatro y Telecinco, por extraño que pueda parecer. La cadena de Prisa, regalo envenenado del Gobierno al otrora imperio Polanco, ha conseguido unos discretos niveles de audiencia que probablemente le hubieran concedido suficiencia de no haberse interpuesto la crisis.

Pero en las circunstancias actuales Prisa no puede seguir soportando la sangría. Y ya se sabe que las divergencias ideológicas nunca se han interpuesto en los buenos negocios.

Tendría gracia, en todo caso, que los propietarios de El País, tan severo en su defensa del progresismo como en el castigo de cuanto huela a conservador, terminaran confraternizando con su bestia negra, Berlusconi. Las vueltas que da el mundo...

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