
El tribunal de quiebras de Nueva York ha dado luz verde a la venta de la mayor parte de los activos de Chrysler en Estados Unidos al grupo liderado por Fiat por un importe de unos 2.000 millones de dólares.
Al término de tres días de audiencias, entre ellas doce horas dedicadas el viernes a la exposición de los alegatos de todas las partes implicadas, el juez neoyorquino encargado del caso, Arthur Gonzalez, dio su aprobación al plan de reestructuración presentado por el tercer fabricante estadounidense de automóviles y respaldado por las autoridades norteamericanas y se abre el camino para que Chrysler salga de la quiebra
Este plan prevé la creación de un "nuevo" Chrysler, denonimado "New Co", en manos de un consorcio del que Fiat tiene un 20% y se reserva una opción para aumentar su participación hasta 35%. Un fondo gestionado por el sindicato del automóvil UAW cuenta con el 68% de la entidad y un 12% es para los gobiernos estadounidense y canadiense.
Los acreedores de Chrysler recibirán 2.000 millones de dólares, lo que corresponde a una reducción de dos tercios de la deuda del grupo.
"Inmediata liquidación"
En la sentencia, el juez asegura que la única alternativa a la aprobación de la venta de los activos era "la inmediata liquidación" de la empresa, que pertenecía al fondo de inversión Cerberus tras su adquisición a la extinta DaimlerChrysler en 2007.
Asimismo, el juez, que también tuvo a su cargo las quiebras de Enron y WorldCom, rechazó los argumentos de los acreedores y los concesionarios que se oponían a la transacción e incluso llegó a cuestionar la legitimidad de sus argumentos.
Chrysler presentó la solicitud para acogerse a la suspensión de pagos el pasado 30 de abril, con el fin de completar su alianza con el grupo italiano Fiat en un plazo de dos meses, en una operación que los analistas consideran como un 'test' para la inminente declaración de concurso de acreedores de General Motors.