El consejero delegado de Banco Popular, Roberto Higuera, ha manifestado durante su intervención en un encuentro del sector financiero que bancos y cajas tendrán que acometer ajustes, tanto en el número de oficinas como de personal. Según explicó el directivo, en lo que va de año el Popular ha iniciado un proceso de fusión de filiales y ha cerrado oficinas.
De esta forma, se mostró de acuerdo con las declaraciones hechas poco antes por el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, y por el consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, sobre la necesidad de adelgazar las redes de oficinas en el sector financiero español y ajustarse al nuevo ciclo con "austeridad y calidad de servicio".
Prestar a los mejores clientes
Por otra parte, Higuera consideró que las entidades tienen que ser "más flexibles" para adaptarse a la nueva situación, y buscar nuevas fuentes de financiación, como está haciendo el Banco Popular.
En este sentido, aseguró que la banca tiene que seguir dando créditos "con prudencia" a sus mejores clientes y ayudar a aquellos que tengan problemas "si tienen posibilidades de sobrevivir".
Higuera reiteró que "hay que prestar", aunque los bancos también tiene que consolidar las garantías que piden a los clientes.
El directivo destacó el papel que está desempeñando el Banco Popular en la concesión de créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y explicó que la entidad tiene "más del 8%" de la cuota de mercado de estos préstamos en España, lo que la convierte en la tercera entidad financiera española en este negocio. Según explicó Higuera, el Banco Popular (POP.MC) ha elevado el volumen de estas operaciones en un 200% interanual y el número de las mismas en un 300%, cifras que "estamos luchando por aumentar".
Protegidos ante depreciaciones
Sobre la forma en que afectaría a las cuentas del banco el frenazo del sector inmobiliario, Higuera aseguró que aunque los precios de la vivienda bajaran el 45%, la entidad seguiría cubierta en términos de loan to value (LTV), es decir, la relación entre la cuantía de la hipoteca y el valor de tasación de la propiedad.
Para Higuera, en esta situación se están generando oportunidades de negocio en el sector inmobiliario y "hay que aprovecharlas y construir el futuro desarrollo de los fondos inmobiliarios" del futuro, los que se venderán en unos diez años.