La plataforma de inversión The Crowd Angel ha alcanzado la cifra de los 2,8 millones para startups en España desde su fundación. Mientras esperan la autorización de la CNMV -acorde a la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial, en vigor desde 2015-, que previsiblemente llegará este mes, Ramón Saltor nos cuenta cómo el sector se ha ido consolidando en nuestro país, un proceso en el que su empresa participa activamente.
¿Con qué misión nace The Crowd Angel?
En mayo de 2012 lanzamos la plataforma, después de que los socios viviéramos distintas experiencias intentando invertir en startups. En mi caso, y a pesar de que me dedicaba a este sector profesionalmente, me costaba mucho. Así, lo que nos impulsó a crear The Crowd Angel fue la nacesidad de simplificar este modelo de inversión.
¿En qué parte de la financiación alternativa se sitúan?
Vimos que el modelo 100% crowdfunding se tenía que ir retocando. Como dos de los socios venían del capital riesgo, sabían perfectamente qué era lo que le faltaba a este tipo de financiación. Pensamos en unir la metodología, seguridad y profesionalización del capital riesgo con el crowdfunding, y crear este híbrido.
¿Qué les diferencia de otras plataformas?
Nos concentramos en publicar pocas iniciativas, centrarnos en las que tienen potencial de crecimiento. Cuando están seleccionadas, las ponemos en la web. En una segunda fase, los inversores preguntan todo lo que quieren saber sobre las operaciones. Además, a diferencia de otras plataformas, dividimos todas las operaciones en tickets de 3.000 euros -de los cuales el inversor puede coger la cantidad que quiera-. Por último, tenemos unos contratos con unos estándares iguales a los de capital riesgo y que protegen al inversor minoritario.
¿A qué tipo de inversor se dirigen?
A los conocidos como profesionales, que sean capaces de analizar las startups, entender las operaciones, riesgos, rentabilidad... Y, sobre todo, que entiendan que es una inversión a largo plazo. Así, estamos captando desde empresarios a directivos de multinacionales o de startups grandes, pasando por trabajadores de banca o consultoría.
¿Qué beneficios tiene The Crowd Angel para el inversor?
Les ayudamos a desglosar toda la información, facilitándoles el proceso. Normalmente, en crowdfunding, es el emprendedor quien sube su presentación. Aquí lo hacemos nosotros, ya que, como tenemos esta parte de capital riesgo, sabemos cómo les gustaría a nuestros socios recibir los datos.
¿Qué ventajas aporta esto al emprendedor?
La rapidez. Antes, cuando el emprendedor enviaba la información al inversor, éste la revisaba y le devolvía el email con más dudas. Nosotros ayudamos al emprendedor a que no falte información y a que todos los documentos estén bien trabajados. Gracias a esto, las inversiones se están cerrando muy rápido: las iniciales tardaban dos meses y las últimas de 2015 se han hecho en 25 días. Un claro caso de éxito es el de la startup Glovo, que consiguió 312.000 euros en 11 días.
Actualmente, como el resto de plataformas, están esperando la autorización de la CNMV...
Sí, aunque es un proceso lento, creemos que llegará en estos días.
¿En qué momento está el sector? ¿Las plataformas compiten o trabajan por objetivos comunes?
El mercado es muy grande y nos respetamos mucho. Tenemos muy buena relación con varias empresas de este campo y estamos en contacto regularmente. Sabemos que competimos, pero también podemos ayudarnos en muchos puntos.
