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El pago 'en negro' marca todavía el empleo doméstico

  • Hay colectivos con más empleo sumergido, como electricistas o transportistas

"Vente unas horitas y nos arreglamos". Es una de las frases más comunes entre las familias que contratan a personal doméstico. Y es que el sector de trabajadores del hogar sigue manteniendo una alta tasa de empleos sumergidos. Más noticias en el suplemento gratuito elEconomista Gestión Empresarial

Según Javier Enrich, fundador y consejero delegado de Home Staff, compañía especializada en la búsqueda, selección y formación de personal doméstico, para solucionar este problema España tiene que evolucionar hacia una cultura de "si contrato una persona, ésta debe estar asegurada y con todas las condiciones y los derechos que marca la legislación".

El número de personas afiliadas a la Seguridad Social en el mes de noviembre de 2014 en el sector de servicios del hogar alcanzaba los 429.288 empleados. En cambio, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los hogares empleadores de personal doméstico alcanzaban casi los 668.000 en el tercer trimestre de 2014.

Si tenemos en cuenta que los datos del INE derivan de encuestas a familias españolas que han reconocido tener en sus hogares a trabajadores domésticos, y según los datos de la Seguridad Social el número de empleados es menor, se deriva un margen de error que pone en evidencia la existencia de un número de empleados no declarados, una cifra que podría ser superior a 200.000 personas.

Disminuir el empleo sumergido

Las empresas especializadas en la contratación de personal doméstico reconocen que aunque "no es uno de los sectores con mayor empleo sumergido en España, ya que hay colectivos más amplios como electricistas, transportistas o agricultores, sigue existiendo una importante bolsa de empleados y empleadas del servicio doméstico que siguen sin estar asegurados" tal y como afirma Javier Enrich.

Por eso mismo, la concienciación hacia sus clientes sobre las ventajas de asegurar a la persona que contraten se ha convertido en una parte esencial del trabajo de estas compañías. "Informamos a las familias de los riesgos que corren si no dan de alta a un empleado del hogar en la Seguridad Social con su correspondiente contrato, pues muchas desconocen el peligro que asumen cuando contratan a alguien de forma irregular", asegura Javier Enrich.

La eclosión de las start-up también ha llegado al mundo del personal doméstico. Helpling, especializada en reservar servicios de limpieza a domicilio, es un ejemplo de ello. Desde la plataforma aseguran que para asegurar un servicio legal y poder operar este tipo de negocio en España, han implementado un modelo en el que los limpiadores son colaboradores autónomos. "Para conseguir trabajos de limpieza doméstica a través de Helpling, el limpiador tiene que estar registrado como autónomo en la Seguridad Social", asegura su director para España, Manuel Arauco. Otra de las posibles soluciones pasaría por mejorar la percepción social que se tiene de estos empleados, es decir, "trabajar en la dignificación de la profesión", tal y como asegura Enrich.

A partir del año 2012, los empleados del hogar, que estaban integrados en un régimen especial, fueron incluidos en el régimen general de la Seguridad Social, bajo el nombre de Sistema Especial de Empleados del Hogar. Esta nueva regulación obligaba a las familias a cotizar a la Seguridad Social desde la primera hora de trabajo con independencia de que la jornada fuese a tiempo completo o por horas.

En cambio, los datos reflejan que aún queda camino por recorrer, ya que a pesar de esta regulación "la situación mejoraría si se facilitasen las gestiones con la Administración" asegura el fundador de Home Staff, quien añade que "si se pudiese reducir de la declaración de la renta el coste de esta contratación el sector obtendría resultados más positivos" ya que "el cuidado de una persona mayor o de niños no debería considerarse un servicio de lujo restringido a familias con dinero, sino un derecho para todas las familias", sostiene Enrich. "Debería tenerse en cuenta la labor social de las empleadas y empleados de hogar, pues permite la mejora de la calidad de vida de las familias".

Cambio cultural

Las empresas especializas en el sector insisten en la importancia de establecer "un cambio cultural", como motor para la evolución de las altas en la Seguridad Social. "Se debe educar en las escuelas desde pequeño para que el cambio cultural sea inherente en los ciudadanos españoles del siglo XXI y facilitar incentivos que ayuden a reducir el número de trabajadores que trabajan de forma irregular" declara Javier Enrich. Además el fundador de Home Staff añade que "dar más facilidades y bonificaciones a las familias que cumplen los requisitos siempre supondrá un aliciente para este objetivo".

A pesar de los intentos del Gobierno para normalizar la situación de los trabajadores del hogar, al introducirlos en el régimen general de la Seguridad Social, el cruce de datos entre trabajadores del sector y empleadores sigue, dos años después, dejando una huella evidente de empleo sumergido.

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