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FEI: "Si queremos reactivar la economía europea, tenemos que activar las pymes"

  • "Hay una relación entre la falta de crédito y quiebra de empresas"
Vincent van Steensel, director del Portfolio de Garantías y Titulizaciones del FEI. E. Senra.

Nuria hizo de un sueño oficio. Con un microcrédito de 25.000 euros renovó un local y su escuela de danza, de 20 alumnos, acogió pronto a 60. Quizá esta bailarina lo desconocía, pero el préstamo cuajó con el aval del Fondo Europeo de Inversiones (FEI). Es la historia de éxito que ilustra la ficha-país donde el organismo pone cifras al respaldo surtido a España desde 1997 en su web -solo a pymes, llega a 104.000-.

"Si queremos reactivar la economía europea, tenemos que activar el funcionamiento de las pymes", defiende con convicción el responsable de Garantías y Titulizaciones del FEI, Vicent van Steensel, a su paso por Madrid para firmar con Bankinter el estreno europeo del proyecto 'InnovFin', de apoyo a pequeñas compañías innovadoras.

El organismo, fundado en 1994 y participado mayoritariamente por el Banco Europeo de Inversiones y la Comisión Europea, junto a entidades financieras de 14 Estados, ha dado soporte a un millón de pymes del continente en quince años. Algo más del 10% se radican en España donde lleva cerca de 5.000 millones de euros comprometidos.

Podrían juzgarse como una gota de agua en el océano, al existir aquí casi tres billones prestados, si no fuese por su efecto multiplicador. La función del FEI no es prestar ni invertir de forma directa en empresas, sino cubrir a un banco de impagos siendo avalista de sus clientes y promover el capital riesgo. Ser garante tiene efecto de bomba de racimo en la financiación: el sector español de sociedades de garantías recíprocas estima que por cada euro avalado, se prestan 35 euros.

Esta protección contribuye a desbloquear y abaratar la operación: "Que estemos para dar una garantía permite al banco dar el crédito", resalta. Algunos cálculos cifran en el 30-35% el ahorro en intereses si hay un colateral así.

Pero en los peores momentos todo soporte resultó insuficiente. Van Steensel concede a preguntas directas que la asfixia crediticia contribuyó a acelerar la mortandad empresarial, si bien reivindica al instante la decisión firme de Bruselas y del BCE de poner todo a su alcance para evitar que nuevas necesidades queden desatendidas. "Evidentemente, sí que ha habido una relación entre la falta de crédito y la quiebra o desaparición de empresas. ¿Qué cuota es achacable? Es imposible de evaluar, porque, a la vista de la amplitud del fenómeno en Europa vemos que no existía solamente un problema de crédito, sino que también los había de demanda, de decrecimiento, de falta de perspectivas, etc. Esa respuesta ¡ya quisieran tenerla muchísimos economistas!", otorga el directivo.

Objetivo: incrementar la competitividad

En todo caso precisa que el FEI no "viene a complementar" ni suplir a la banca. "Su cometido es incrementar la capacidad de los bancos o de las instituciones -como el ICO-, no sustituirlos. Entonces, si se observan que hay deficiencias en el mercado, que hay falta de cobertura, lo que haremos será ayudar a estas entidades a responder a esas necesidades no satisfechas".

Precisamente, España ha sido el principal "cliente" del BEI en la ultima década ¿qué nos falla? "El FEI siempre ha tenido mucha actividad aquí, desde 1997. Si se acrecienta es porque el campo del BEI también ha aumentado. No es que exista una deficiencia o un fallo específico, sino que ésta mayor capacidad de las autoridades europeas permiten ofrecer más medios en cada país".

Pymes innovadoras

La estrategia europea ha virado el sesgo desde el celo único por ajustar déficits fiscales con planes de austeridad a impulsar el crecimiento. Bruselas prevé inyectar 300.000 millones en las economía para que generen empleo y crezcan a través de distintos programas, canales y herramientas -financiación privada y útiles como este organismo-. Se acentúa al mismo tiempo la voluntad de acercar ayudas a la I+D, consciente de que los nuevos Facebook o Google saldrán de start-ups.

El FEI baraja ir hacia otros activos aprovechando el acerbo acumulado, como los Erasmus, pero el gran hoy foco son los pequeños negocios y su nuevo programa 'InnovFin', redunda en los innovadores. "Sabemos -explica- que es fundamental promover la innovación para crear el empleo y el crecimiento. Ahí las pymes son el motor".

Al carecer de patrimonio que sirvan de aval, estas firmas tropiezan con demasiada frecuencia con un 'No'. El plan 'InnovFin' comprometerá 10.000 millones en siete años para que fluya el préstamo a pymes innovadoras en Europa. Arranca con Bankinter, que prestará 200 millones de euros bajo dicho paraguas, a razón de 25.000 euros a 7,5 millones por operación, y de uno a diez años. Vicent van Steensel reconoce contactos con otros bancos aquí, que pronto podrían entrar en el plan.

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