
Una jornada laboral completa debería ser suficiente para sacar todo el trabajo del día adelante. Pero... ¿y si no nos da tiempo? ¿Y si no somos lo suficientemente productivos? Entonces deberemos revisar cómo enfrentamos y gestionamos los tiempos y tareas dentro de nuestra jornada laboral.
Todo por la productividad
Parece que los diez primeros minutos de nuestra jornada son esenciales y marcarán el resto del día. Esto es lo que afirma el experto en estrategia laboral Ron Friedman. Además, según el Business Insider, el autor del libro 'El mejor lugar para trabajar: el arte y la ciencia de crear los mejores entornos laborales', da las siguiente claves:
Revisar el correo electrónico durante el trayecto en transporte público camino de la oficina. Así aprovecharemos ese tiempo muerto y llegaremos al trabajo con una idea general de lo que será nuestra jornada. Sin embargo, lo que no dice Friedman es que así renunciamos a un rato de lectura tranquila para nosotros mismos.
Lo primero que deberíamos hacer al llegar al lugar de trabajo es planificar al detalle lo que será nuestra jornada laboral, "como hace un chef con los ingredientes antes de empezar a cocinar", asegura Friedman.
No siempre lo urgente es lo importante. Debemos separar muy bien ambas cosas para hacer una buena planificación en favor de una mejor productividad. Acto seguido, deberemos establecernos las metas a alcanzar y pensar cómo conseguirlo.
Acotar los objetivos nos facilitará la vida. En lugar de marcarnos metas generales, es mucho más operativo que nos marquemos objetivos concretos. Por ejemplo, si tenemos que hacer una llamada, el objetivo no sería "hacer esa llamada a alguien" sino marcarnos con claridad las cosas que le diremos, los datos que necesitamos y que intentaremos conseguir.
Lo que más esfuerzo nos supone primero. Dentro de la lista de las tareas a realizar, es importante que tengamos en cuenta nuestra energía diaria. Es mejor organizar el trabajo: primero lo que más esfuerzo nos suponga y según va avanzando la jornada lo que menos nos cueste. El cansancio va mermando nuestras capacidades y por eso si lo tenemos en cuenta es menos probable que nos tengamos que quedar alguna hora extra a terminar un proyecto.