El auge de la gastronomía asiática entre los españoles está llevando a Ta-Tung a explorar nuevas vías de negocio. La compañía, fundada por la empresaria de origen camboyano Kav Ly, ha sido la pionera en vender en los supermercados españoles platos incorporados ya a nuestra dieta como los rollitos de primavera o las brochetas de pollo terayaki. Todo se elabora en la planta de la empresa en Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
Ta-Tung, que significa paz en chino, ha llegado a un acuerdo con el grupo Carrefour para instalar espacios de restauración donde los clientes podrán consumir platos wok cocinados en el mismo establecimiento. "Vamos a tener recetas propias y cocineros que elaborarán los platos allí mismo", explica la empresaria.
Primero en Barcelona
Por el momento, ya han instalado este concepto de zona de restauración en el centro que tiene la cadena en Las Ramblas de Barcelona y está previsto que también se instalen espacios en establecimientos de Madrid, Valencia y en el centro comercial La Maquinista de la capital catalana, entre otros.
Este nueva línea de negocio se complementa con el lanzamiento de nuevos productos, como las sopas de fideos (ramen), las empanadillas dim sum o una línea de postres, entre los que hay los mochis japoneses. La pecularidad de estos fideos es que se lanzan al mercado como producto no deshidratado y listo para su consumo sin necesidad de utilizar agua.
Por su parte, Lorenzo Arias, director general de Ta-Tung explica que la demanda que está experimentando la gastronomía asiática entre los españoles es debido a la globalización y a los viajes, que favorecen que los viajeros busquen a su vuelta los platos que ha consumido en destinos exóticos. "No se puede decir que los rollitos de primavera son un plato exclusivamente chino. Han transcendido más allá de sus fronteras, como la comida italiana, valorada en todo el mundo", apunta.
Pionera en su segmento
Kav Ly se instaló en Barcelona a principios de los años ochenta huyendo de la guerra de Camboya, aunque en un primer momento vivió en París a su llegada a Europa.
Tal y como admite ella sus inicios no fueron fáciles. "Iba puerta a puerta ofreciendo mi producto a charcuterías y otros comercios, pero era difícil, la gente no tenía referencias", asegura. La emprendedora además estaba al frente de un restaurante de cocina oriental en Barcelona.
La empresa cerró 2013 con una facturación de 5,5 millones de euros, y pretende aumentar en un 15 por ciento su facturación en 2014. Para lograrlo, resulta clave la apuesta por nuevos productos pero también la exportación a otros mercados.
Por el momento, vende a Italia y Portugal y ahora ha puesto el foco en Francia. "Hemos hecho ya sondeos y la comida oriental tiene muy buena acogida", destaca.
El grupo ampliará también su surtido de sushi y lanzará nuevos menús con platos típicos nipones. Otra de las asignaturas pendientes de la compañía es introducirse en el negocio de los platos congelados, probablemente en 2015.
