
El optimismo que anuncian las instituciones y los bancos respecto a la recuperación económica y la llegada de capital a España no se refleja en las expectativas de los españoles, ni siquiera en las de quienes cuentan con un trabajo: los españoles somos ya los europeos que menos creemos en la posibilidad de cambiar de empleo , por detrás de Italia y Grecia.
Desde el cuarto trimestre de 2012, las expectativas de los trabajadores de encontrar en los próximos seis meses un puesto -ya sea similar al que tienen o diferente-, han menguado 3 puntos porcentuales, del 40% al 37%, según el informe Workmonitor elaborado por Randstad.
Lejos de la media
De esta manera, España se sitúa a 20 puntos porcentuales del promedio del continente (57%) y más lejos aún de la media internacional (63%). Los europeos que confían más en la movilidad profesional son los turcos, los noruegos y los suecos.
Es cierto que la crisis económica de nuestro país ha aumentado la movilidad tanto dentro de nuestro estado como la de aquellos que deciden emigrar fuera de España para buscar empleo. Según un estudio de Esade e Infojobs sobre el estado del mercado laboral en España, 1 de cada 4 españoles buscaron trabajo fuera de su comunidad en 2012, una cifra que ha ido en aumento desde 2008.
Las mayores facilidades europeas a la hora de favorecer la búsqueda de empleo dentro de Europa tampoco representan hoy en día un factor determinante. Según la Comisión Europea, la tasa de movilidad intracomunitaria alcanza el 2,6% de todos los ciudadanos.
Perfil más conservador
Aunque España ha sido tradicionalmente un país conservador respecto al cambio de empleo, existen diferencias considerables en función del género y la edad. El segmento que se considera más arraigado a su puesto comprende las mujeres mayores de 55 años.
En España el 34% de las trabajadoras considera posible el cambio, frente al 41% de los hombres. Esta diferencia se estrecha a nivel internacional, donde la diferencia es sólo de dos puntos porcentuales, del 62% al 64%. En los dos sexos, la perspectiva nacional e internacional de alcanzar un trabajo diferente es mayor a la de conseguir un empleo similar.
En lo que se refiere a la franja de edad, los mayores de 55 años -con tan solo un 25% en España y un 44% en el resto de países-, son los que menos esperanzas tienen de hacerse con un nuevo empleo en los próximos seis meses.
En el otro lado de la balanza se encuentran los más jóvenes, que confían más en sus posibilidades, con una cierta variación. En España los más confiados son los trabajadores de entre 25 y 34 años (46%), mientras que en la media internacional son los de 18 a 24 años (77%). Estas cifras ponen de manifiesto el problema del desempleo juvenil que vive nuestro país.
Por regiones
Por regiones, las más pesimistas son la Comunidad Valenciana (34%), Galicia (37%) y País Vasco (40%), mientras que los que se han manifestado más confiados son los empleados de Andalucía (43%), Baleares (46%) y Navarra (46%).
En referencia al sector de actividad, el estudio refleja que los trabajadores de España que menos expectativas tienen de encontrar un nuevo empleo son los del sector público -31% en nuestro país y un 59% en la media internacional-. Comercio y Distribución, con el 45%, son los sectores donde más manifiestan perspectivas positivas. En el ranking mundial, Servicios se sitúa en primer lugar con casi un 70% de esperanzas de movilidad laboral.
Si se atiende a la formación, en el panorama internacional crecen las expectativas a medida que el empleado tiene más nivel. De un 53% en el caso de baja formación, pasa a un 60% en nivel medio y un 70% para alta. Por su parte, en España los que presentan menos expectativas son los que tienen un nivel medio, con un 29%, frente al 39% de los que cuentan con una baja o alta cualificación, lo que refleja el pesimismo respecto a que una mejor formación ayude a encontrar un mejor empleo .