
José María Marín fue director del Colegio Mayor Hispano Americano de Nuestra Señora del Pilar desde el año 1973 hasta hace 15 años. Hoy dirige el Colegio Sagrada Familia y es presidente de la Fundación CESTE Educación y Empresa.
Además, ocupa varios cargos en organizaciones empresariales: vicepresidencia de CEOE Zaragoza, vocal en la Cámara de Comercio de Zaragoza y miembro de la asamblea de Cepyme, entre otros.
CESTE Escuela Internacional de Negocios cumple 30 años. ¿Qué cambios se han producido en la formación en este tiempo?
CESTE nació con un objetivo muy claro que era formar a personas que fueran útiles para la empresa con una formación eminentemente práctica. Nos lo demandaban padres y empresarios porque en aquel momento no encontraban dentro de lo que eran estudios superiores algo que permitiera a sus hijos estudiar e incorporarse rápidamente a la empresa. Nacimos así pensando también en la internacionalización, que siempre ha sido un objetivo. En aquella época el tema de los idiomas y de la informática estaba empezando y le dimos mucha importancia. ¿Qué ha ocurrido? Todo ha evolucionado mucho, pero seguimos pensando que la formación tiene que ser novedosa, tiene que hacer trabajar al alumno y por eso, en este momento, estamos con la metodología británica.
¿Por qué se apuesta por el modelo británico?
En CESTE impartimos estudios, grados y postgrados de la Universidad de Gales. Estamos con esta universidad porque entendemos que el sistema o metodología de la enseñanza británica es más activa y mucho más participativa en cuanto a que son muchas más horas las que el alumno tiene que trabajar y tiene que aportar. La participación es mucho mayor que en otros sistemas como el que tenemos en España. Esto a nosotros nos gustó porque iba con nuestra filosofía.
Pero aún han ido más allá.
Hemos dado un paso más porque la evolución que está teniendo nuestra sociedad es enorme: Big Data, digitalización, emprendimiento, globalización? Hemos aprovechado que la Universidad de Mondragón tiene un programa que se adapta perfectamente a lo que nosotros queremos. Es de inspiración finlandesa y tiene como metodología básica aprender haciendo. Es el programa de Liderazgo Emprendedor e Innovación que nosotros, con un laboratorio de aquí de Zaragoza, vamos a empezar a impartir el próximo curso que viene. La formación es práctica y la titulación que se obtiene es de grado universitario. Con este programa lo que hemos hecho ha sido adaptarnos a las necesidades de la empresa y de lo que el mundo de la competencia está exigiendo. Estamos intentando ir ese pasito un poco por delante para que las personas que se formen con nosotros puedan perfectamente incorporarse a esos mercados que en estos momentos demandan profesionales preparados y adaptados a las nuevas necesidades.
Sobre el emprendimiento se está hablando ahora de que en los próximos años -para poder llegar a una situación sino de pleno empleo, sí como teníamos antes de la crisis en España-, que hacen falta unas 400.000 empresas que, evidentemente, van a venir de la mano de los emprendedores y a ellos hay que formarlos.
¿En qué consiste este programa de formación?
Los alumnos de este Grado desde el principio constituyen una empresa, recibiendo un tiempo formación básica, mientras que el resto es sacar adelante la empresa. Tienen unos coaches, que son los que trabajan con ellos porque las empresas deben ser viables ya desde el primer año. Hay una parte importante internacional porque desde el primer año pasan dos meses en Finlandia trabajando. Al año siguiente, van a Silicon Valley otro mes y, en tercero y cuarto, van a la India y a China. Todos estos viajes no son de placer, tienen que trabajar. Está todo organizado.
¿A qué alumnos está dirigido?
Tienen que tener unas características especiales. Hay unas pruebas de selección puesto que no todos los estudiantes se pueden adaptar a este ritmo, que requiere unas actitudes y aptitudes especiales porque se rompe lo que es la enseñanza tradicional para pasar a ser una actividad muy práctica, que requiere esfuerzo, participación, liderazgo, trabajo en equipo? Es lo más novedoso que hay.
¿Qué necesidades formativas detectan hoy en el ámbito empresarial?
Las empresas en estos momentos se están encontrando con que tienen que adaptarse a la realidad que les toca vivir. Y esta realidad es todo el tema de Big Data, digitalización? En estos momentos, una compañía que no esté ya o no se esté adaptando en toda su forma de funcionar a estas nuevas tendencias de digitalización se va a quedar muy atrás. Le va a costar mucho competir. Y en esto las empresas tienen que tener su prioridad porque si no, cuando vayan al mercado global, se van a encontrar con que les van a pasar por todos los lados. Es decir, no van a ser competitivas porque habrá compañías que van a manejar toda la información mucho mejor que ellas, los procesos de producción serán mejores porque habrán adaptado las tecnologías como la robótica? Todo esto bastantes empresas ya lo están haciendo y otras se lo están planteando. Las que no se lo planteen a corto plazo, me temo que no lo pasarán muy bien.
¿Se sigue detectando déficit en este tipo de perfiles profesionales?
Se necesitan expertos, programadores, ingenieros introducidos en el tema de la digitalización? Las empresas en estos momentos, sobre todo las tecnológicas, están demandando muchos profesionales y no los están encontrando porque no existen. Este es uno de los problemas graves que tenemos aquí. Estados Unidos nos aventaja en cantidad de ingenieros, informáticos o personas técnicas que están trabajando en digitalización. Esto se va a notar en el mercado porque ellos van a ser mucho más competitivos. Y eso sin hablar de los coreanos o de los chinos que, en el tema de robótica, están avanzando a unas velocidades enormes.
¿Qué formación imparte CESTE para este tipo de perfiles profesionales?
En nuestro Departamento de Tecnología tenemos el Grado con la Universidad de Gales en Tecnologías y Comunicación y nuestros postgrados y masteres con la misma universidad para intentar aportar al mercado, a la sociedad y a las empresas profesionales bien preparados.
Hace unos años se demandaba el llamado ejecutivo táctico. ¿Ha pasado a un segundo plano?
El ejecutivo táctico siempre será necesario. Lo que sucede es que la situación hace que se le estén pidiendo unas cualidades que son las que el mercado requiere. Tiene que ser una persona con unas actitudes de líder importantes, que sepa trabajar en equipo, que tenga predisposición a la movilidad? En fin, tiene que ser una persona muy flexible, que se pueda adaptar fácilmente a lo que le toca. Ese es el ejecutivo de hoy. Se le puede llamar táctico o lo que se quiera pero, en definitiva, tiene que reunir estas cualidades sin las cuales hoy difícilmente puede hacer su trabajo. Que conste que en estos momentos seguirá existiendo, igual que ha existido siempre, que en toda organización lo importante son las personas. En la actualidad, las organizaciones tienden a trabajar con las personas haciéndolas el eje y no diciéndoles lo que tienen que hacer, sino intentando que ellas mismas sean propositivas en el trabajo que están realizando. Esta es la tendencia que hay con la que se pretende que toda la organización vaya en el mismo sentido y, por supuesto, en la misma dirección.
¿Se demanda formación de segunda oportunidad?
Sí. En estos momentos, ha habido grandes empresas que han prejubilado a profesionales con una edad de 50 años después de toda una vida con cargos importantes y se encuentran que no tienen nada que hacer porque han dejado de trabajar en esas compañías. Son personas que están buscando esa segunda oportunidad y que cambian habitualmente de lo que han estado haciendo hasta ahora, buscan otro tipo de actividad y se tienen que preparar porque saben de lo que hacían. También están los que, con 30 años, se encuentran que la empresa ha cerrado y no tienen una formación con la demanda de los puestos de trabajo que hay ahora, o los universitarios que dejan la carrera a mitad porque no han sido capaces, se han equivocado? Hay que buscarles una segunda oportunidad, que puede venir de muchos campos y de muchas situaciones sobrevenidas que, por suerte o desgracia, se están produciendo y que están haciendo que personas que no tenían un futuro viable a corto plazo se les esté facilitando. En esto CESTE también está trabajando.
Últimamente, CESTE se ha volcado en el sector financiero. ¿Por qué se ha dado ese giro?
Además de tener los módulos correspondientes en los distintos masteres, impartimos un master específico de Banca y Finanzas y ahí sí que los profesionales alcanzan un nivel importante junto con certificaciones ?tenemos una serie de certificaciones internacionales-, que además en estos momentos hemos empezado a impartir online. Ya estamos formando a empleados de entidades bancarias, puesto que toda aquella parte relacionada con el asesoramiento patrimonial y de productos requiere una formación que está demandando el Banco de España. Entendemos que las finanzas siempre han sido importantes y en estos momentos más porque hay que adaptarse a las situaciones que cambian a una velocidad vertiginosa y las decisiones hay que tomarlas cada vez con mayor rapidez.
¿Hacia dónde se dirige la formación empresarial?
Creo que no se va a perder de vista todo el tratamiento de datos -lo que llamamos el Big Data-, porque tenemos millones y millones de datos que hay que analizar, ordenar y sacar ideas y conclusiones para saber cómo hacer que toda esa información importante se pueda utilizar para que el cliente se sienta cómodo y, por tanto, la empresa venda. Por otro lado, la formación de personas, se quiera o no se quiera, es indudable que tiene que estar en primera línea. Tenemos que formarlas, hacer que la organización funcione en la misma dirección, y que todos estén empujando a la vez, pero siendo propositivos. Hasta que toda la organización no funcione así, no se estará optimizando todo el potencial que puede tener. La idea es que en un futuro las organizaciones traten de desarrollar todo su potencial, y tienen mucho, y hay que ver cómo se puede canalizar todo esto para que sea efectivo. El futuro tiene que ir por ahí.
¿Qué perfil tendrá el futuro directivo?
En primer lugar, tiene que ser un líder, una persona que entienda lo que es un grupo y que le deje que trabaje, que emita sus resultados, sus sugerencias? tiene que intentar ser flexible con el grupo para que éste le pueda responder como necesita. Debe ser una persona humana -que los valores humanos los tenga muy a flor de piel, muy arraigados-, porque en definitiva va a tener que trabajar con personas y para ello una de dos: o se les comprende o difícilmente se podrá obtener de ellos todo lo que pueden dar. También tiene que tener una gran capacidad de comunicación y de adaptación y ser comprensivo a la vez que rígido. No se puede entender en estos tiempos, y mucho menos de cara al futuro, un líder déspota o autoritario. Eso ya no tiene sentido porque así no llegará muy lejos.
¿Están preparados para el salto online?
Nos estamos introduciendo. Ahora hemos sacado una serie de programas de finanzas, pero la idea es seguir avanzando y que algunos de los programas que hacemos presencialmente impartirlos también de forma online. Previsiblemente, en este curso, pondremos en el mercado algún programa más. Estamos pensando en temas de nuevas tecnologías y digitalización, pero todavía no está decidido.