
El debate sobre el beneficio real del AVE quedó en punto muerto, con la única certeza de que defensores y detractores tienen cifras que los respaldan. Para vencer el bloqueo, conviene atender al juicio de Bruselas, dado que el AVE español en absoluto le resulta ajeno (en la línea Madrid-Barcelona la mitad de la financiación fue europea).
La vicepresidenta de la Comisión Kristalina Georgieva resalta, en elEconomista, que una infraestructura así necesita de 10 años para evaluar sus efectos. Las palabras de Georgieva llegan en el momento más oportuno a España, a las puertas de la campaña electoral, y animan a hacer una valoración ecuánime, sin precipitaciones, del verdadero valor de una inversión que aún no ha rendido todo su potencial.