
El alemán Günter Verheugen, vicepresidente de la Comisión Europea y titular de las carteras de Empresa e Industria, ha convocado una reunión ministerial mañana en Bruselas a la que deberían acudir los Gobiernos de los 27 países de la UE. "El propósito del encuentro es repasar la situación del sector del automóvil y debatir las medidas existentes y futuras en el ámbito nacional", señaló. Repaso de Citi a las automovilísticas de UE: sólo BMW y Peugeot se salvan de la quema.
"En particular, la necesidad de coordinación en el ámbito europeo", matizó el Ejecutivo europeo. La convocatoria responde "al deterioro de la situación de la industria del automóvil en la UE", añadió Bruselas .
Verheugen es uno de los comisarios más receptivos a la reivindicación de ayudas públicas realizadas por los fabricantes de automóviles desde el pasado otoño. Pero hasta la fecha, el presidente de la propia Comisión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso, se ha mostrado contrario a que los poderes públicos del Viejo continente ayuden a sectores específicos, con excepción de la banca.
Otras opciones
Barroso sí ha dejado la puerta abierta a que se repartan subsidios públicos a objetivos globales como la promoción de la investigación y el desarrollo (I+D), o la lucha contra el cambio climático. Estas ayudas estarían a disposición del sector del automóvil, pero también a la de otros sectores.
Por su parte, el portavoz de la liberal holandesa Neelie Kroes, comisaria europea de Competencia, admitió que existen contactos entre las autoridades francesas y la Comisión Europea sobre esquemas para ayudar al automóvil. En su calidad de sheriff del libre mercado y la competencia leal en el Viejo continente Kroes es, al contrario que Verheugen, una de las comisarias más reticentes a que el dinero del contribuyente termine apuntalando la salud financiera de las marcas de coches y al tejido empresarial que las rodea.
Kroes teme que la intervención pública termine por favorecer a unas empresas sobre otras e impida que rivalicen en igualdad de condiciones. Pero su portavoz tuvo ayer que admitir que las reglas de la UE contemplan "muchas posibilidades para ayudar a diferentes sectores".
Además de las ayudas al I+D y a la fabricación de coches menos contaminantes, otra de las posibilidades sería inyectar recursos públicos en las pymes locales que abastecen de componentes a las factorías de las grandes multinacionales.