
Poco a poco surgen más víctimas de la estafa multimillonaria de Bernard Madoff. En esta ocasión, es la Fundación Elie Wiesel la que ha comunicado que ha perdido prácticamente todos sus fondos, cerca de 15,2 millones de dólares. Ayer se supo que Liliane Bettencourt, la mujer más rica del mundo, también había perdido su dinero por la estafa.
En una nota informativa, la fundación, dedicada a obras humanistas y a luchar contra el antisemitismo, informan de las pérdida de dicho dinero, que supone "la cais totalidad de los activos de la fundación".
"Nos entristece profundamente y nos sentimos, como muchos otros, víctimas de la que podría ser la estafa más grande de la historia", afirma la nota de la fundación, creada por el Premio Nobel de la Paz Elie Wiesel y su mujer, Marion, en 1986.
No obstante, la organización asegura que lo sucedido no les desanima "para seguir luchando contra la intolerancia, la indiferencia y la injusticia en el mundo", y expresa "por adelantado su gratitud para cualquier apoyo futuro que ayude al compromiso de continuar la labor de su fundador".
La Fundación Elie Wiesel está dedicada a mantener la memoria del Holocausto, mediante la realización de los programas de sensibilización a la lucha contra el antisemitismo entre jóvenes, así como la organización de competiciones y conferencias.
Golpe a las asociaciones benéficas
Decenas de asociaciones de beneficiencia judías apoyadas por ricos mecenas han sido barridas por la 'ola Madoff', el fraude piramidal montado por el conocido financiero estadounidense que asciende a 50.000 millones de dólares.
De hecho, más de una treintena de organizaciones judías se reunieron esta semana en Nueva York para "decidir si existen opciones de actuar conjuntamente" e intentar contrarrestar los desastrosos efectos del escándalo Madoff, explicó Mark Charendoff, presidente de la red de mecenas judíos.
Aunque no reveló los nombres de dichos mecenas, Charendoff precisó que, tras dos horas de discusión a puerta cerrada, el grupo había decidido tomar tres medidas de importancia.
En primer lugar, acordaron instaurar un espacio de información compartida en donde las organizaciónes no lucrativas podrán exponer su situación y "compartir ciertos daños". Además, dispondrán de un grupo de abogados y expertos asesores común para abordar los aspectos legales del caso de forma conjunta.
Por último, se decidió el establecimiento de un mecanismo para encontrar nuevos fondos para organizaciones sin fines de lucro, tanto judías y como no judías, directamente afectadas por el escándalo Madoff , detalló Charendoff.