La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) ha vuelto a publicar previsiones. Y con cada nueva revisión, las perspectivas empeoran más. Según los cálculos del Gabinete de Coyuntura y Estadística del organismo, el PIB registrará un crecimiento negativo del 1,5% en 2009, con una tasa de paro que repuntará hasta el 15,9% y alcanzará el 18% en 2010. La facturación y el empleo del sector servicios sufren caídas históricas en octubre.
Para 2010, el Producto Interior Bruto (PIB) aumentará un 0,5%, según la Fundación de las Cajas, que advierte de que la recesión económica española y el ajuste del empleo será "profundo" y la salida de esta crisis "muy lenta".
Las previsiones de Funcas apuntan, además, a una caída del empleo de 680.000 puestos de trabajo en 2009 y de 250.000 en 2010, y todo ello mientras el sector inmobiliario prosigue su "cuesta abajo". La inflación, por su parte, alcanzará tasas medias del 1,8% en 2009 y del 2,5% en 2010, de acuerdo con sus estimaciones.
Sectores económicos
Respecto al consumo privado, los expertos de Funcas prevén una nueva caída del 3,7% anualizado en el cuarto trimestre del año y un retroceso del 2% el año próximo en media anual. En 2010 se produciría una tímida recuperación del 0,6%.
Durante 2009, las tasas de la inversión en bienes de equipo seguirán siendo negativas en los cuatro trimestres, arrojando un retroceso en el conjunto del año del 9,9%. Las tasas intertrimestrales volverán a ser positivas en 2010, a pesar de lo cual, la media anual seguirá en terreno negativo, un -0,4%.
La inversión inmobiliaria continuará cuesta abajo, (el número de visados de obra ha retrocedido a tasas en torno al 60%), previéndose tasas intertrimestrales negativas durante todo 2009 y 2010, aunque con un perfil ascendente. Las tasas medias anuales correspondientes a ambos ejercicios se situarán en el - 20,5% y el -15% respectivamente. La fuerte caída en la inversión en viviendas será amortiguada, pero sólo en parte, por el avance de la inversión pública.
Con respecto al sector exterior, durante 2009 su contribución al crecimiento será positiva (1,4 puntos porcentuales), compensando la mitad de la aportación negativa de la demanda nacional (-2,9 puntos). En 2010, volverá a ser positiva, aunque inferior a la de 2009, y de nuevo superior a la de la demanda interna (0,4 puntos y 0,1 puntos, respectivamente).
La productividad por ocupado duplicará en 2008 su ritmo de crecimiento hasta un 1,6% y podría acelerarse aún más en 2009 y 2010, hasta el 2% y el 1,8%, respectivamente, aunque por motivos coyunturales.
Por otra parte, la tasa de ahorro de los hogares, que ya ha comenzado a remontar, pasará del 10,2% en 2007 al 15,5% en 2010. No obstante, su aumento será contrarrestado por la caída del ahorro público, a causa del déficit de las cuentas de las Administraciones Públicas, que, se dispararía hasta el 4,3% el año próximo y hasta el 5,6% el siguiente.
Otra consecuencia del repliegue de la demanda sería la corrección del déficit por cuenta corriente, (en porcentaje del PIB, este año se reducirá hasta el 9,6%, descenderá hasta el 6,9% en 2009 y hasta el 6,1% en 2010).
Recesión "profunda"
En cualquier caso, Funcas deja claro que "la recesión será profunda, así como el ajuste del empleo, y la salida de esta situación será muy lenta". Señala también que "lo peor de la crisis está por venir". Además, el 77% de los consumidores se muestra pesimista con la evolución económica, según estos datos.
"La reciente trayectoria de la valoración pública sobre la situación económica ha sido, sin paliativos, lamentable. El pesimismo no crea puestos de trabajo". Asimismo, Funcas valora que "la continua rectificación y el reconocimiento reiterado del error introduce en los ciudadanos un sentimiento de desconfianza muy negativo".
Según las cajas de ahorros, las actuaciones que ha emprendido el Gobierno español en materia financiera parecen conferir una ventaja a España, desde el carácter preventivo de las mismas en un entorno en el que, aunque las dificultades sean generalizadas en todo el sector bancario europeo, las entidades financieras españolas no parecen haber acusado, al menos hasta ahora, en la misma medida que otras instituciones europeas los envites de la crisis.
En todo caso habría que esperar al menos hasta 2009 para conocer el alcance definitivo de los efectos de la crisis de la actividad inmobiliaria, donde el sistema bancario español tiene una elevada exposición.
Por todo ello, "se requiere una regulación prudencial que, sin estrangular la innovación financiera, evite situaciones como la actual".
"En la supervisión macroprudencial, las medidas preventivas y las reglas deben incorporar, junto con la inflación, otras variables como la estabilidad del mercado inmobiliario, la deuda de los hogares y la liquidez en los mercados bancarios. Asimismo, la regulación debe ir acompañada de una contabilidad más exhaustiva que afecte a los productos tanto dentro como fuera de balance para aproximar el 'fair-value'", concluyó.