
El presidente del BCE, Mario Draghi, ha destacado el crecimiento sólido de la economía europea pero ha defendido que todavía necesita de una política monetaria acomodaticia para acercarse a los objetivos de inflación próximos al 2% pero por debajo de ese nivel. El organismo, además de mantener tipos, se ha reafirmado en su decisión de reducir el programa de compra de deuda a partir de septiembre hasta los 15.000 millones de euros mensuales desde los 30.000 millones actuales, para finalizarlo a finales de año. Además ha señalado que en el Consejo de este jueves no se ha abordado la política de reinversiones con los vencimientos de la deuda adquirida.
A este respecto, Draghi ya explicó en su reunión de junio que el fin de las compras netas sólo significa que el balance del BCE no seguirá creciendo, sin embargo, se reinvertirán los activos que vayan venciendo para mantener unas condiciones financieras "cómodas y con la liquidez adecuada durante el tiempo que sea necesario".
Mario Draghi ha mantenido la prudencia sobre la retirada de estímulos económicos y los posibles pasos que dará el BCE para reducir balance y terminar con el programa de deuda. El banquero italiano ha indicado que los riesgos globales, lo que incluye la amenaza de guerra comercial comercio, siguen siendo "prominentes", aunque ha destacado que los riesgo sobre la inflación van "retrocediendo", el BCE debe ser paciente, prudente y persistente.
El presidente no resuelve la duda de en qué momento el BCE comenzará a endurecer las condiciones crediticias. Draghi ha destacado la solidez de la economía y su fortaleza pero no ha obviado que los riesgos son "prominentes" sobre la amenaza al comercio. El presidente ha señalado que el principio de acuerdo entre EEUU y la UE, alcanzado ayer, son una "buena señal" pero "todavía es muy pronto para sacar conclusiones".
La fortaleza subyacente de la economía confirma nuestra confianza en que la convergencia sostenida de la inflación con nuestro objetivo continuará en el futuro y se mantendrá incluso después de una liquidación gradual de nuestras compras de activos netos. No obstante, todavía se necesita un estímulo significativo de política monetaria para respaldar la mayor acumulación de presiones sobre los precios internos y la evolución general de la inflación en el mediano plazo./p>
El Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido hoy el tipo de interés al que presta a los bancos a una semana en el 0% y sigue dispuesto a comprar deuda después de septiembre en caso necesario. El Consejo de Gobierno ha informado que se mantendrá el ritmo actual de compras de deuda en 30.000 millones mensuales hasta el final de septiembre para luego reducirse a 15.000 millones hasta el final de diciembre.
El Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en sus niveles actuales hasta "al menos durante el verano de 2019", tal y como anunció en su última reunión y en todo caso durante el tiempo necesario para asegurar la continuación de la convergencia sostenida de la inflación hacia niveles inferiores, aunque próximos, al 2% a medio plazo.
El BCE informó, tras la reunión de su Consejo de Gobierno, de que seguirá cobrando a los bancos un 0,4% por el exceso de sus reservas a un día (facilidad marginal de depósito) y que les prestará a un día al 0,25% (facilidad marginal de crédito).
El Consejo de Gobierno continuará las compras netas de activos en el marco del programa de compras de activos (APP) al ritmo actual de 30 millones de euros mensuales hasta el final de septiembre de 2018. El Consejo de Gobierno prevé que, después de septiembre de 2018, siempre que los nuevos datos confirmen las perspectivas de inflación a medio plazo del Consejo de Gobierno, el ritmo mensual de las compras netas de activos se reduzca a 15 millones de euros hasta el final de diciembre de 2018 y que las compras netas cesen a partir de entonces.
El Consejo de Gobierno prevé reinvertir el principal de los valores adquiridos en el marco de este programa que vayan venciendo, durante un período prolongado tras el final de sus compras netas de activos y, en todo caso, durante el tiempo que sea necesario para mantener unas condiciones de liquidez favorables y un amplio grado de acomodación monetaria.