
El crecimiento económico de la zona euro se frenó en julio, tras el breve repunte en junio, debido al debilitamiento de los nuevos pedidos recibidos y a la reducción de las expectativas de actividad comercial futura, según el Índice PMI Compuesto de la Actividad Total de la Zona euro de Markit.
El indicador se ha situado en 54,3 en julio, por debajo de los 54,9 registrados en junio, lo que representa la segunda puntuación más débil desde noviembre de 2016, solo superada por la mínima que marcó el pasado mes de mayo (54,1).
El crecimiento se vio reforzado por la producción manufacturera, donde aumentó a un ritmo igual al de junio, mientras que la actividad del sector servicios se atenuó.
Las carteras de pedidos registraron el menor incremento desde octubre de 2016 y, en el caso del sector manufacturero, esta moderación respondió a un menor crecimiento de las exportaciones, lo que supondría que la tasa de expansión "podría volver a ralentizarse en agosto".
La información desprendida de las encuestas muestra que, en lo referente a la contratación, el crecimiento más lento de los pedidos pendientes provocó una moderación en la creación de empleo en julio y una reducción de las contrataciones, situándose por debajo de los datos de la primera mitad del año.
Por su parte, los indicadores de inflación se relajaron ligeramente tanto en el sector manufacturero como en el de servicios, pero el índice global apenas se redujo frente a junio.
Los precios medios de venta de productos y servicios volvieron a aumentar y, aunque fue el nivel más débil que la máxima de cuatro meses observada en junio, fue uno de los más altos observados en siete años.
Las encuestas muestran en su conjunto que, debido al debilitamiento del crecimiento de los nuevos pedidos y la nueva caída del optimismo empresarial, "las perspectivas también se han deteriorado, especialmente en el sector manufacturero, donde se ha intensificado la preocupación por las guerras comerciales".