Economía

Mark Carney, del Banco de Inglaterra, cree que las criptodivisas "han fracasado" como sustituto del dinero

  • La volatilidad de las criptomonedas es 25 veces más que la de las acciones
  • "Los precios de muchas han mostrado las características de burbuja"
Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra

El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés), Mark Carney, ha asegurado que las criptomonedas "han fracasado" como sustituto del dinero fiduciario centralizado pues, a pesar del "espíritu de riesgo distópico y optimismo libertario", han demostrado que son un activo de almacenamiento de valor "pobre" en el corto plazo.

Según explica Carney, la volatilidad media de las diez principales criptomonedas por capitalización bursátil fue más de 25 veces la del mercado de valores de Estados Unidos en 2017. Esta extrema volatilidad y falta de valor intrínseco y de respaldo externo, subraya, demuestra que son "una lotería".

Características de burbuja

"Los precios de muchas criptomonedas han mostrado las características clásicas de las burbujas, incluidas las justificaciones del nuevo paradigma, haciendo crecer el entusiasmo de los minoristas y las expectativas de subidas de precios y que dependen en parte de encontrarse con el más tonto", asevera.

Así, Carney sostiene que la razón principal para ser escéptico sobre el valor a largo plazo de las criptomonedas es que "no está claro en qué medida llegarán a ser un medio de intercambio efectivo". Actualmente ningún minorista a pie de calle o a través de Internet acepta bitcoins como medio de pago en Reino Unido, pues la velocidad y el coste de transacción varía en gran medida respecto a los pagos en libras.

El banquero sostiene que las monedas virtuales presentan "severas limitaciones de capacidad" en comparación con otros sistemas de pago. Por ejemplo, Visa puede procesar hasta 65.000 transacciones por segundo a nivel mundial, frente a las 7 por segundo del bitcoin. Asimismo, si se utiliza una tarjeta de crédito o débito, la operación se completa en segundos y sin riesgos de tipo de cambio.

Al contrario, los usuarios del bitcoin pueden tener que soportar horas de espera y las tarifas son normalmente elevadas, hasta el punto de que tienen que convencer a los 'mineros' para verificar y procesar la transacción. A finales de 2017, estas tarifas llegaron a elevarse hasta 40 libras por operación.

En este sentido, Carney también advierte sobre los costes en consumo de electricidad derivado de la minería de las monedas virtuales, pues se estima que alcanza alrededor de los 52 teravatios hora, el doble de consumo nacional de electricidad en Escocia. El uso de energía de la red global de tarjetas de crédito Visa se sitúa por debajo del 1% de la del bitcoin, pese a que procesa 9.000 veces más transacciones.

Estabilidad financiera

Los 'criptoactivos', como prefiere llamarlos Carney, plantean además una serie de problemas en torno a la protección de los consumidores y de los inversores, la integridad del mercado, el blanqueo de dinero, la financiación del terrorismo, la evasión fiscal o la elusión de los controles de capital y sanciones internacionales.

En su opinión, las monedas virtuales no parecen plantear riesgos importantes para la estabilidad financiera debido a que representan una pequeña parte en relación al sistema, aunque será uno de los temas que el Consejo de Estabilidad Financiera llevará para su discusión en la reunión del G20 que tendrá lugar el próximo mes de marzo en Argentina.

No obstante, de cara al futuro, Carney cree que los riesgos podrían aumentar si la participación de los minoristas aumenta significativamente o si los vínculos con el sector financiero tradicional crecieran sin mejoras de la integridad del mercado, las normas contra el blanqueo de dinero o la defensa cibernética. Así, pide que las criptomonedas sean reguladas dentro de los "mismos estándares que el resto del sistema financiero".

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