
Martin Feldstein, profesor de Economía en la Universidad de Harvard y presidente emérito de la Oficina Nacional de Investigación Económica de EEUU, cree que las subidas que se están presenciando en los tipos de interés "tendrán efectos importantes en la economía, sobre todo en los precios de las acciones y de la vivienda".
Los tipos de interés del bono del Tesoro a 10 años de EEUU han subido desde el 1,38% marcado en julio de 2016 hasta el 2,94% que está mostrando en la actualidad: "Alrededor de la mitad de este aumento de 1,56 puntos porcentuales es un incremento real de los tipos de interés, mientras que la otra mitad se debe a un repunte de la inflación esperada, que ha pasado del 1,38% en julio al 2,12% de hoy", explica Feldstein.
Una condiciones más duras
Esto quiere decir, que se está produciendo una subida real de los tipos en la economía, un endurecimiento de las condiciones financieras que afectará a la refinanciación de la deuda de empresas y familias y a la demanda de nuevo crédito.
Feldstein explica en un artículo publicado en Project Syndicate que los precios de las acciones han subido con fuerza durante la última década gracias "a los tipos extremadamente bajos, el cambio a unos tipos reales más altos podría deprimir sus precios. El nivel de los tipos reales (descontando la inflación) es particularmente importante para los precios de las acciones, porque una mayor inflación también incrementa los beneficios nominales, lo que compensa unos tipos más altos por inflación".
La Fed está reaccionando a los nuevos factores subiendo los tipos nominales a corto plazo, una tendencia que proseguirá durante los próximos años y "que tiene como objetivo llegar hasta el 2% en 2020", señala Feldstein. Esto afectará a su vez a los tipos a largo plazo, que a su vez tendrán un efecto importante sobre las hipotecas a tipo variable que están referenciadas al bono del Tesoro a 30 años.
Todo este contexto de tipos crecientes y mayores expectativas de inflación se podría juntar con un mayor déficit fiscal, que según cálculos de Feldstein podría alcanzar el 5% en 2018 tras la reforma fiscal de Trump.
"Como resultado, la venta neta de bonos del Tesoro subirá en unos 700.000 millones de dólares respecto a 2017 y más de un billón en 2019. Este incremento acumultativo de la deuda durante la próxima décadas podría sumar unos 10 billones más. Que el mercado absorba esta mayor cantidad de bonos requerirá unos tipos de interés reales superiores", afirma el profesor de la Universidad de Harvard.
"Todo esto hará que los ahorradores estén contentos, a medida que aumenta el rendimiento de su dinero, que lleva sujeto a una fuerte represión desde la crisis financiera. Pero los mayores intereses dejarán a las familias con hipoteca y a los tenedores de acciones expuestos a las pérdidas", sentencia Martin Feldstein.