Economía

Mohamed El-Erian explica cómo aprovechar las turbulencias financieras

Mohamed El-Erian, el principal asesor económico de Allianz

Mohamed El-Erian, el principal asesor económico de Allianz y ex presidente del Consejo de Desarrollo Global de la Casa Blanca, cree que las turbulencias que ha sufrido el mercado esta semana no estaban basadas en fundamentos económicos. Cuando se produce una oleada de ventas de este tipo, tanto los activos buenos como los malos sufren caídas, lo que genera importantes oportunidades de compra.

Mohamed El-Erian argumenta que "los largos períodos de calma en el mercado crean las condiciones técnicas para la llegada de aire violentos. Hasta la semana pasada, la característica más distintiva de muchos segmentos del mercado fue una volatilidad históricamente baja, tanto implícita como realizada".

Baja volatilidad y complacencia

El-Erian explica que la baja volatilidad de los últimos años se ha atribuido ampliamente a varias razones económicas y corporativas (incluida la convergencia de las tasas de inflación en todo el mundo, el eterno apoyo de los bancos centrales, así como balances saludables y crecimiento sincronizado).

Sin embargo, "un determinante importante ha sido el condicionamiento que ha llevado a los inversores a creer que cada caída se había convertido en una oportunidad de compra, una estrategia de inversión simple que ha demostrado ser muy lucrativa durante los últimos años. Cuanto más creían los inversores, mayor era la disposición a 'comprar la caída'. Con el tiempo, la frecuencia, duración y gravedad de la los descensos disminuyeron significativamente. Y eso reforzó el comportamiento aún más".

La estabilidad prolongada de los mercados genera complacencia. "Este fenómeno se ve reforzado por las ideas de las finanzas conductuales y puede llevar a los mercados a adoptar paradigmas que finalmente resultan ser insostenibles y perjudiciales (como la idea de hace más de una década de que la mejora de las políticas había superado totalmente el ciclo económico y la noción de que la volatilidad había sido eliminada o excluida del sistema financiero)".

Las llamadas crowded trades (operaciones multitudinarias en las que un gran número de inversores tienen una posición, ya sea larga o corta) pueden ser mucho más inestables de lo que la mayoría de los inversores esperan.

Eso ha sido lo que ha ocurrido esta semana con lo que se conoce como las operaciones de short volatility o ponerse corto respecto a la volatilidad, es decir, apostar a que la volatilidad va a ser baja, que se puede hacer muchas formas, señala el economista de Allianz.

"Algunas fueron explícitas, como la compra de productos inversores respecto a un índice de volatilidad como el VIX. Otras fueron construidas a través de combinaciones de opciones de venta (puts) y opciones de compra (calls) en mercados de derivados", asegura El-Erian.

"Estas operaciones se volvieron poco a poco más y más estables, y generosamente fructíferas, a medida que más inversores y operadores las adoptaban. Esto hizo que el posicionamiento opuesto –tomar posiciones largas en volatilidad, o long volatility (apostar a que la volatilidad va a ser elevada)- fuera muy costoso de mantener", comenta este economista en un artículo de opinión publicado por Bloomberg.

El mercado se lleva todo por delante

Bajo tales condiciones, no debería sorprender que la reversión de estas crowded trades puedan ser extremadamente inquietante para la totalidad de los mercados. Durante las turbulencias del mercado, la diferenciación de los inversores se evapora y da paso a la acción indiscriminada.

Como lo explica la teoría del 'mercado de los limones' planteada por George Akerlof, y por el trabajo de los Premios Nobel Michael Spence y Joseph Stiglitz, resulta harto complicado diferenciar la calidad y las buenas inversiones cuando el contexto es extremadamente ruidoso y la volatilidad es inquietante. Cuando se producen ventas generalizadas y violentas en el mercado, incluso los nombres sólidos se tratan inicialmente como 'limones'.

Es el momento de comprar

"Entonces, siempre que los inversores puedan esquivar la volatilidad, llega lo mejor de todas las gangas del mercado: recoger a precios bajos acciones y bonos emitidos por entidades fundamentalmente sólidas, tanto privadas como públicas, con balances sólidos, deudas limitadas y perspectivas de crecimiento favorables", explica Mohammed El-Erian.

Las tres lecciones son pertinentes para los recientes movimientos del mercado, que han sido impulsados técnicamente, y no por fundamentos económicos y corporativos. De hecho, estos giros ocurrieron en un contexto de fundamentos que están mejorando, y que no se están deteriorando, sentencia el economista de Allianz.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky