
Las corporaciones locales siguen siendo las más disciplinadas en materia fiscal. Tanto es así que, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) lograrán repetir un superávit equivalente al 0,6% del PIB a final de año, algo que ni por asomo se atisba en el Estado o en una mayoría de autonomías. Ahora bien: la situación va por barrios, y el organismo que preside José Luis Escrivá ha localizado casi una veintena de municipios de más de 20.000 habitantes con serios problemas de sostenibilidad. Casualidad o no, una mayor parte de los mismos se encuentra en Andalucía y en la Comunidad de Madrid.
Jerez de la Frontera, Jaén y La Línea de la Concepción (en Andalucía) y Alcorcón, Parla y Navalcarnero (en Madrid), presentan, por su deuda, su morosidad y su tesorería, una situación especialmente delicada. Lo mismo sucede con Gandía (Comunidad Valenciana), San Andrés del Rabanedo (Castilla y León) y Totana (Murcia).
Jaén es la que presenta peor situación, con un pasivo que supera el 400% sobre sus ingresos corrientes y un pago a proveedores dramático, pues abona facturas a una media de 553 días (más de año y medio). Su caso es llamativo porque hasta 2015 gobernaba allí el actual secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya.
Situación similar a la de Jaén refleja Navalcarnero, que paga facturas a dos años, cuenta con un saldo negativo de 62 millones de euros de tesorería y acumula una deuda que también supera el 400% de sus ingresos. Parla, donde en su día gobernó Tomás Gómez, posterior candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, no se queda atrás. Su deuda, de 433 millones de euros, supera cinco veces a sus ingresos corrientes, y su agujero en cuenta pasa de 364 millones de euros, según los datos recabados por AIReF. Por último, sus proveedores cobran nada menos que a 430 días de media, más de un año.
La situación prácticamente se replica, aunque con algo menos de intensidad, en los otros seis casos mencionados (Jerez, Alcorcón, La Línea, Totana, San Andrés del Rabanedo y Gandía). Son, así, los nueve municipios con los problemas de sostenibilidad más serios.
Porque después hay otros diez más que, si bien no preocupan tanto como los anteriores, reflejan un estado financiero digno de seguimiento y adopción de medidas. Los andaluces: Granada, Algeciras, Sanlúcar, Almonte, Isla Cristina y Ayamonte; los madrileños Valdemoro y Aranjuez; y Cuenca, en Castilla-La Mancha, cuentan con una deuda casi siempre superior al cien por cien de sus ingresos corrientes, así como serios retrasos en el abono de facturas y, en ocasiones, agujeros de tesorería.
Más control de Hacienda
AIReF ve en este descontrol ciertas lagunas en la aplicación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. "No está claro quién debe ejercer la tutela", explican desde allí, recordando que en ocasiones vigila Hacienda (así sucede con los municipios madrileños) y en otras es la autonomía (como en Andalucía).
Aún así, "la que tiene competencias para liderar y fijar los procedimientos a seguir es Hacienda", manifiestan, en referencia velada también a la disparidad de criterios mostrada en los últimos tiempos por el Ayuntamiento de Madrid y el ministro Montoro en torno a la regla de gasto; y a las propias consecuencias de ese enfrentamiento. Más cuando la propia AIReF no ve motivos suficientes en las cifras macro como para implementar un control semanal de sus cuentas.
26%
Es el porcentaje de reducción de superávit que van a sufrir los 21 ayuntamientos de mayor tamaño en España. Una prueba de que la regla de gasto no siempre se respeta. Bilbao, por ejemplo, va a reducir su excedente este año casi un 400%; Murcia más de un 103%, Barcelona casi un 100% y Madrid más del 21%.