
Veline Ong es el nexo entre España y millones de euros procedentes de inversores chinos. Su consultora, Veline Group, especializada en importación y exportación, tiene su sede central en Shanghai, cuenta con 200 trabajadores en China y 30 en nuestro país, donde opera desde Alicante. Su personalidad es el fuerte de su negocio: a su conocimiento de la cultura china, y su formación en Nueva York, ha unido el desparpajo mediterráneo del que se ha impregnado durante los 15 años que lleva viviendo en España.
Es de las que se lanza de cabeza cuando ve una oportunidad de negocio. ¿En qué sectores se mueve?
Nos centramos en la importación y exportación de productos entre España y China. Vino, aceite de oliva virgen extra... y todo tipo de alimentos gourmet. Siempre hemos trabajado con productos de alta calidad. Después, apostamos por la inversión inmobiliaria, el turismo de lujo, la hostelería, y también tenemos presencia en el ámbito educativo.
Acaba de regresar de China. ¿Qué impresión trae de vuelta a España?
Sí, he estado allí tres semanas. Intento ir cuatro o cinco veces al año. En esta ocasión, lo que más me ha sorprendido es oír hablar de Cataluña en el metro de Shanghai, en las pantallas de informativos.
¿Están los chinos preocupados por la crisis que atraviesa Cataluña?
Por supuesto. A los chinos no les gusta entrar en la política de otros países, pero cuando hablan de negocios les gusta la tranquilidad. Ahora tienen miedo a invertir en España por la inestabilidad política. Les provoca más incertidumbre la situación actual que el atentado en Las Ramblas.
¿Le consta que se hayan paralizado inversiones por la inestabilidad?
Tenía precontratada una inversión de 500 millones de euros en el sector inmobiliario, en solares y hoteles, además de coches para coleccionistas, aerolíneas y yates de lujo, entre otros, de los que 150 millones ya están cerrados, pero 350 millones están pendientes de confirmar por la tensión política en Cataluña.
¿Perjudica esta inquietud entre los inversores al resto de España?
De momento, no. Algunos inversores están considerando retirar sus inversiones de Cataluña y trasladarlas a otros lugares, como Madrid o Málaga. En este último caso, se trata de negocios relacionados con el sector turístico.
Precisamente, el turismo es uno de los sectores clave de la economía catalana. ¿Prevé un gran impacto?
Tengo relación con una agencia de viajes de Barcelona que ha cancelado todas las rutas de grupos chinos a Cataluña hasta 2018 por miedo a la inseguridad en la calle.Es una pena, porque a los chinos les gusta lo que ofrece España, pero prefieren esperar.
¿Están eligiendo otros destinos?
Muchos están empezando a elegir Málaga, por su playa y su cultura.
¿Qué hay de las empresas chinas? ¿También se han dado a la fuga?
No puedo darle nombres, pero tengo conocimiento de muchas empresas chinas que ya han trasladado su sede de Cataluña a Madrid. Muchos se están llevando sus empresas poco a poco, porque no ven futuro en la región y temen la inseguridad jurídica.
¿Cuál es o era el gran atractivo de la región catalana para los chinos?
Por su situación geográfica y su puerto, Cataluña era un portal para entrar en España y Latinoamérica, pero ahora se está hundiendo.
¿Volverá a serlo?
Siempre hay esperanza, pero habrá que esperar al resultado de las elecciones del 21 de diciembre. Mientras tanto, la inversión china huye de Cataluña y yo no aconsejo retirarla, sino trasladarla a otros lugares de España.
En general, no es fácil hacer negocios con los chinos...
No. Los chinos son muy desconfiados, y también muy exigentes. Les gusta trabajar despacio, conociendo a las personas, necesitan entablar una amistad. Tienen mucha paciencia y son muy observadores.
¿Qué diferencias aprecia con los españoles?
Los chinos trabajan de forma mucho más eficiente, son muy rápidos, a lo mejor en la toma de decisiones tardan un poco más, pero empiezan a poner en marcha el proyecto muy rápido. Los españoles, muchas veces, llegan a un acuerdo muy rápido, pero en el momento de ejecutar el proyecto pueden tardar más tiempo. Es una cuestión de cultura y costumbres. En nuestra empresa intentamos encajar y explicar según cada cliente y cada proyecto.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acaba de finalizar una gira asiática en busca de acuerdos bilaterales. Mientras, el presidente chino, Xi Jinping, abogó por una mayor globalización. ¿Qué estrategia comparte Veline Ong?
Entiendo que Trump está buscando acuerdos bilaterales para sacar lo mejor de cada país. A partir de ahí, para que un país funcione económicamente y se haga más fuerte tiene que aliarse con más países. Hay que abrir la puerta al mundo. En un principio, China temía la postura proteccionista del presidente estadounidense, pero ahora Trump es consciente de que EEUU por sí sólo no llegará a ningún sitio y China es un país estratégicamente imprescindible en muchos sectores.
¿Están los inversores chinos interesados en América Latina?
Sí, nuestros líderes son muy inteligentes. Veline Group aún no ha dado el salto, es el siguiente paso. Primero quiero vender bien España.