Economía

La recuperación no llega a los jóvenes: el paro y la precariedad les condenan a independizarse a los 30 años

  • Los salarios de entrada en el mercado laboral han bajado un 33% desde 2008
  • Son los cuartos de la Eurozona que más tarde se van de casa, a los 29,4 años
Imagen: Getty.

La recuperación de la economía continúa, pero no llega a todos por igual. A pesar de la mejoría registrada en los últimos trimestres, los jóvenes parece que no han sido invitados al "festín de la recuperación" y los datos comparativos por edades son preocupantes para los menores de 35 años.

Su principal problema es el paro, que afecta a más de una cuarta parte de los menores de 34 años. Según los datos del INE, las tasas de paro actuales son en torno al doble de la que registraban antes de la crisis en todos los tramos de edad. Así, mientras que entre los 16 y 19 años, el desempleo era del 29% de la población activa en el segundo trimestre de 2007, ahora (segundo trimestre de 2017) es del 56%.

Entre los 20 y los 24 años, el paro ha pasado del 14,8% al 36,15% en los últimos diez años; en el tramo entre los 25 y 29 años, el paro casi se ha triplicado, pasando del 8% al 22,9%; mientras que en el tramo entre los 30 y los 34 años el nivel de desempleo ha subido del 7% al 16,5% durante la última década. Así, mientras que la tasa media de paro ha retrocedido al nivel que mantenía en el año 2009 (17%), esto sólo ha sucedido en el tramo de edad entre los 30 y los 34 años, ya que en el resto los niveles son mucho más altos que entonces.

Más temporalidad y caída del 33% en los salarios de entrada

Los jóvenes no sólo sufren mayor nivel de desempleo, con la segunda tasa más alta de la eurozona, sino que los que tienen trabajo tampoco tienen unas condiciones parecidas a los trabajadores de otras edades. Según CaixaBank Research, las cifras de temporalidad se resisten a disminuir: un 46,1% de los menores de 35 años que trabajan tienen un contrato temporal frente al 42,5% en 2008.

Además, desde el punto de vista salarial, los jóvenes también salen peor parados que los del resto de edades. Según CaixaBank, el salario medio de los trabajadores de 25 a 29 años ha disminuido un 8% entre 2008 y 2015 en términos nominales. El Índice de Precios del Trabajo que elabora el INE también indica que la devaluación salarial se produjo incluso cuando ya había comenzado la recuperación del empleo. Este índice bajó un 0,3% entre los menores de 25 años en 2015, mientras que para la media de asalariados, subió un 0,7% en el mismo periodo.

Un estudio de David Fernández para Funcas hace una apreciación parecida: los salarios de entrada en el mercado laboral para los menores de 26 años han bajado un 33% entre 2008 y 2015. El menor número de días trabajados por las mayores rotaciones por la inestabilidad laboral ha implicado una caída del 13% de los ingresos, los salarios suponen otro 10% el trabajo a tiempo parcial, otro 5%.

Su renta se resiente y no pueden formar hogares

Esto se traduce en una evolución de la renta diferente a la del resto de grupos de edad. Según el INE,  los hogares formados por personas entre 16 y 29 años han visto disminuir su renta un 7% en estos nueve últimos años. De hecho, se han convertido en el tramo de edad más pobre de España, con 16.256 euros al año, por detrás incluso de los hogares de menores de 16 años. También ha bajado la renta en el tramo entre los 30 y los 44 años aunque en menor medida. Por el contrario, ha subido en los mayores de 65 años.

Todo ello a pesar de que los jóvenes han alargado su etapa de estudios: la edad media en la que los jóvenes de menos de 35 años finalizaron sus estudios ha pasado de 18,4 en 2008 a 19,1 años en la actualidad.

En este contexto, es lógico que se resienta la creación de nuevos hogares formados por jóvenes, debido tanto al factor demográfico (hay menos jóvenes ahora que antes) como a los factores socioeconómicos. Según CaixaBank, en 2016 se crearon 68.200 hogares, lo que representa un aumento del 45% respecto al 2015. "Sin embargo, la creación neta de hogares sigue siendo muy baja, sobre todo comparada con los años anteriores a la crisis, cuando se formaban cerca de 400.000 hogares al año.

Además de los motivos demográficos, los motivos socioeconómicos están detrás de esta ralentización en la creación de hogares. Los datos de Eurostat indican que España es el cuarto país de la eurozona en el que los jóvenes se independizan más tarde tras Malta, Italia y Eslovaquia. En 2016, los jóvenes españoles no se iban de casa hasta los 29,4 años, frente a los 26,2 de media de la eurozona. Antes de la crisis, en 2008, los jóvenes españoles se independizaban un año antes, a los 28,4 años, mientras que la media de la eurozona era exactamente la misma que ahora.

La subida de los precios de la vivienda es, según CaixaBank, otro de los factores clave del descenso del número de hogares jóvenes. Según su informe mensual, "la población joven se encuentra especialmente concentrada en las grandes ciudades, como Barcelona o Madrid, que es donde los precios de compra están creciendo más". Así, mientras que el precio de la vivienda ha aumentado un 4,9% desde 2015, en Barcelona y Madrid lo ha hecho un 18,3% y un 11,0%, respectivamente, lo que dificulta más su acceso a la vivienda.

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