Economía

Los líderes de la UE admiten la fragilidad de su unidad frente al 'Brexit'

  • "Será difícil mantenerla", confiesa Juncker
  • "Tendremos que ser muy disciplinados", advierte Merkel

Los líderes de la Unión Europea han adoptado este sábado por unanimidad sus 'líneas rojas' para negociar con Reino Unido su salida del club comunitario, un proceso que debe concluir en dos años y para el que los líderes quieren subrayar la fuerte unidad del bloque de cara al 'Brexit'.

Los europeos han roto su mala costumbre de cumbres maratonianas y disputas interminables al lograr cuajar en un tiempo récord la deseada unidad en su divorcio con el Reino Unido.

"No esperen que mantengamos la misma velocidad, no volverá a suceder", advirtió a la prensa el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker tras la cumbre.

En menos de cinco minutos, los 27 líderes de los restantes socios del club adoptaron las directrices políticas que enmarcaran la discusión con Gran Bretaña. La cumbre se alargó luego unas tres horas para perfilar asuntos de la negociación.

El próximo miércoles la Comisión traducirá estas líneas maestras a un documento legal, que se espera que los gobiernos adopten el próximo 22 de mayo. Las negociaciones arrancarán con Londres en junio, tras las elecciones británicas.

Las directrices apenas han cambiado desde que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, presentara el primer borrador a finales de marzo.

Sobre todo, se mantiene la aproximación por fases en la que insisten los 27 para buscar un nuevo encaje a su relación con las islas. Londres no podrá negociar la nueva asociación que busca con la UE hasta que no se consiga una ruptura ordenada. Así, los primeros puntos que se discutirán serán los derechos de los tres millones de ciudadanos de la UE en el Reino Unido (y el millón y medio de británicos en el continente), la factura pendiente que tendrá que cubrir el país saliente y su frontera con Irlanda.

Además, los líderes bendijeron el punto sobre Gibraltar, por el que cualquier acuerdo sobre el Brexit será sujeto a un acuerdo posterior entre España y el Reino Unido antes de ser aplicado al Peñón.

Este poder de veto otorgado por la UE a España sobre el futuro de 'la Roca' termina con las décadas de no intromisión que ha mantenido la Unión sobre el contencioso de Gibraltar. La inclusión en las directrices provocó una airada protesta en suelo británico al cuestionar la pertenencia del Peñón a su territorio nacional.

Escenificación

La cumbre sirvió sobre todo para escenificar la unidad de los 27 socios frente al Gobierno de Theresa May, justo en un momento en el que la premier británica gana fuerza entre su electorado fortalecida por su postura al mando del Brexit.

Pero los primeros espadas de la Unión son conscientes de que resultará muy complicado mantener la cohesión. Las líneas divisorias surgirán al buscar soluciones para la tajada que supondrá a las cuentas comunitarias la salida del Reino Unido, la nueva asociación que se quiere alcanzar con Londres, o qué hacer con la UE tras la salida de los británicos.

"Las negociaciones serán difíciles, y será difícil incluso retener la unidad que hemos sido capaces de construir hoy, pero haremos todo lo posible para retenerla", dijo Juncker.

El luxemburgués advirtió que las discrepancias surgirán tan pronto como el dinero manche las negociaciones y se tenga que tomar "decisiones difíciles" sobre cómo cubrir el agujero de entre 9.000 y 12.000 millones que dejará al año la salida de la segunda economía de la UE.

"Claramente están aquellos que no quieren pagar ni un céntimo más y los que no quieren ceder ni un céntimo", explicó tras la cumbre.

La canciller alemana, Angela Merkel, ya mostró que está dispuesta a comportarse como la jefa de filas y mantener la disciplina. Pendiente de lo que digan las urnas en su país el próximo septiembre, Merkel charló con varios de sus colegas europeos, incluido Mariano Rajoy, minutos antes de que arrancara la reunión.

Los estados miembros tendrán que ser "muy vigilantes y muy disciplinados" a lo largo de las negociaciones para ir fase a fase, advirtió la capitana de la nave europea.

Estas disputas internas empezarán a surgir en las próximas semanas, tan pronto como los europeos tengan que decidir el destino de la Agencia Europea del Medicamento y la Autoridad Bancaria Europea, ambas basadas en Londres.

El tema se tocó brevemente en la reunión, aunque será en la cumbre de junio cuando los líderes adoptarán los criterios y el calendario para elegir su nuevo destino. La decisión se espera en octubre.

Rajoy volvió a defender la candidatura de Barcelona. Se mostró tan seguro de sus posibilidades y su atractivo que "si votara el personal de la agencia, estoy seguro que sería la elegida".

"España dará la batalla, y la vamos a dar con buen ánimo?, añadió. Sin embargo, reconoció que la ofensiva independentista de la Generalitat puede afectar a sus posibilidades.

"La estabilidad institucional es un factor muy importante, y siempre va a operar a favor", comentó. "De otra forma, operaría de otra manera", advirtió.

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