
A España ningún país amenaza su título de cuarta economía de la zona euro y quinta de la Unión Europea, pero lo cierto es que la crisis ha reducido su contribución al PIB de la Unión Europea. En2016 se tuvo que conformar con el 7,5%, según los datos de Eurostat, a pesar de ser uno de los países que más creció el año pasado.
Aunque supone una mejoría respecto al 7,3% que aportó en 2015 y al 7,4% del año 2014, es uno de los niveles más bajos de los últimos años y supone una caída de la contribución de más de un punto respecto a los niveles máximos, que se alcanzaron en 2009, cuando España generaba 8,8 de cada 100 euros que se producían en la UE.
Frente a la menor aportación de países como España, la dependencia europea de Alemania no deja de crecer. Según Eurostat, en 2016 Alemania concentró el 21,1% de la producción europea, el nivel más alto en una década. El segundo mayor contribuyente a la economía de la UE fue Reino Unido, que aportó el 16% del PIB de la Unión Europea el año pasado.
Italia, Grecia y Portugal
Esto significa que cuando se haga efectivo el Brexit, la dependencia de Alemania será aún mayor y, si se mantienen los niveles actuales, superará el 25% de todo el PIB europeo. De esta forma, el país germano producirá más de uno de cada cuatro euros que se generan en toda la Unión Europea.
El tercer país en producción sigue siendo Francia, que aportó el pasado año el 15% del PIB de la UE. Su contribución ha bajado ligeramente con la crisis, aunque la de 2016 es exactamente la misma que tenía hace una década. Italia, como España, también ha perdido peso en cuanto a su aportación a la economía europea. En 2016, supuso el 11,3% del total, cuando en 2009 llegó a generar el 12,8% de la producción.
Otros países, como Grecia o Portugal, también han reducido su aportación al PIB europeo si se compara con las cifras de antes de la crisis. Ambos aportaron en 2016 el 1,2% del PIB europeo, cuando en 2008 el primero generaba el 1,9% del PIB de la Unión y el segundo, el 1,4%.