
Hace dos días salto a la actualidad mexicana la empresa Ecovelocity. La compañía azteca se hizo famosa por querer presentar una oferta para iluminar el muro fronterizo que Donald Trump quiere construir entre EEUU y México. La posibilidad de que firmas de origen mexicano vean una oportunidad de negocio en el muro de Trump, que ya ha abierto el periodo de pujas, ha sido censurado abiertamente por el secretario de Asuntos Exteriores, Luis Videgaray.
"Quien vea en este hecho una oportunidad económica que haga un examen de conciencia. Aquí no estamos hablando de ningún hecho económico, es un acto profundamente inamistosos entre dos naciones", aseguró el secretario en una rueda de prensa junto al ministro de Asuntos Exteriores de España, Alfonso Dastis, con el que se reunió para reforzar los lazos político y económicos que unen a ambos países.
En este punto, Videgaray recordó que en México "se respetan las libertades de las empresas" por lo que forma parte de la decisión de cada una pujar o no. "Es un país de libertades así que compete a cada mexicano y a cada empresa mexicana mirarse frente al espejo, hacer examen de conciencia y ver qué es lo correcto. Creo que la inmensa mayoría de los mexicanos apunta en la dirección correcta y es lo que debería apuntar las empresas que piensan eso", sentenció el secretario mexicano. En este punto, Cemex aseguró ayer que no está interesado en vender cemento a las empresas que construyan el muro y las principales constructoras aztecas no han mostrado su interés.
En esta línea, el ministro español, Alfonso Dastis, también afeó la posibilidad de que alguna empresa española pudiera sacar rendimientos económicos con la construcción del muro de EEUU. "No me consta que haya ninguna empresa española interesada, pero si lo hay examinaremos la situación porque ya hemos puesto de relieve que no nos parece la mejor manera de solucionar los problemas migratorios sea poner un muro entre dos países vecinos", aseguró Dastis en la rueda de prensa que siguió al encuentro. En España saltó la noticia de que una filial de ACS (Hochtief) estaba estudiando presentar una oferta para hacerse con el proyecto del muro pero el presidente de la multinacional, Florentino Pérez, salió a negarlo pocos días después: "ni nos lo hemos planteado", aseguró.
España tiene una valla que separa Melilla y Marruecos para frenar la inmigración ilegal desde África, igual que actualmente existe un muro y cientos de kilómetros de valla en la frontera entre EEUU y México. Durante la administración Obama no se reforzó la barrera física entre ambos países pero sí aumentaron las expulsiones de inmigrantes ilegales y que habían cometido delitos.
¿Denunciar la construcción?
Pese a las críticas y a considerar el gesto de Trump como una especie de ataque, México todavía no ha dado ninguna señal de querer denunciar la construcción siempre que cumpla con todas las normas y acuerdos internacionales. En este punto, aseguró que si el nuevo trazado o la misma construcción incumple alguna normativa internacional en materia de frontera o medioambiente, denunciará el proyecto. "Con lo del muro quiero ser muy claro. Es una acción no amistosa con respecto a México pero reconocemos el derecho soberano de cualquier país de salvaguardar sus fronteras de la manera que su gobierno y sus gobernantes quieran. Si la construcción del muro incumple alguna ley internacional acudiremos a la justicia", aseguró.
A su vez, el país azteca está muy atento a las posibles violaciones de derechos humanos que se puedan cometer contra los ciudadanos mexicanos en territorio norteamericano. "Ya hemos ido ante las más altas instancias de Naciones Unidas para denunciar posibles abusos y pedir ayudar para que no se cometan atropellos", aseguró Videgaray.
España ha aprovechado el viaje para mostrar su apoyo a México y asegurar que actuará sólo si se lo pide el país azteca. "Nuestro apoyo refleja la amistad entre ambos países y además creemos que tiene razón. Lo que pasa en México nunca es indiferente para nosotros", aseguró.