
La tasa de cobertura sobre el desempleo ascendió en diciembre al 56,6%, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo que dirige Fátima Báñez. Esta tasa se refiere al porcentaje de personas con experiencia laboral que están apuntadas a las listas del paro y están cobrando algún tipo de subsidio. Esta cifra ha aumentado por primera vez en tasa interanual tras siete ejercicios cayendo, pese a que el repunte sigue siendo muy leve. Más intensa es la mejora desde el mes de mayo, cuando la tasa de cobertura firmó un mínimo histórico del 52,9%.
La citada tasa de cobertura sigue a años luz de la que mostraba el periodo 2008-2010, cuando el desempleo escaló desde el 8% a más del 20% en tiempo récord. Entonces se situaba cerca del 80% (algún mes llegó a tocar el 81%, como recuerdan desde el sindicato CCOO), con más de 3 millones personas cubiertas por las prestaciones del Estado. El deterioro causado por la crisis fue, a su vez, reduciendo esa tasa hasta dejarla casi 30 puntos por debajo: abril y mayo de este año fueron, en este sentido, históricos y la tasa cayó a un 52,9%, porcentaje que levantó todas las alarmas.
Desde entonces, y en base a diversos motivos, la protección ha mejorado levemente, subiendo en casi cuatro puntos y, lo que es más importante, recogiendo la primera tendencia histórica ascendente desde que en 2009 empezara a ir hacia abajo. Diciembre, con la tasa de cobertura en el 56,6%, refleja el primer aumento anual a final de año desde aquel momento.
Las causas son variadas. Al margen de la reducción del número de parados (en 2016 se han creado 400.000 puestos de trabajo y el paro ha caído desde el 21% al entorno del 18,8%) y la consiguiente reducción en las peticiones de subsidio, varios expertos consultados por este periódico apuntan a otras razones: el mercado laboral está más vivo y los desempleados empiezan a pasar algo menos de tiempo sin trabajo; y la reforma laboral, criticada por la precarización de las nuevas condiciones, sí ha logrado dotar de más movilidad al mercado del empleo.
Aún así, es muy pronto para echar las campanas al vuelo. La tasa de cobertura apenas ha remontado unos cuantos puntos y costará volver a los niveles de protección del 70 o el 75%, más aún cuando colectivos especialmente vulnerables como los jóvenes y los mayores de 45 años siguen encontrando severas dificultades en la búsqueda de empleo.
Muchas dificultades
Precisamente en el debate de este jueves en el Congreso sobre la posibilidad de instaurar una renta mínima que proteja a personas y familias en situación de vulnerabilidad, numerosos grupos parlamentarios recordaron que la mejora del empleo es aún insuficiente. En este sentido, una tasa de cobertura de menos del 57% pone negro sobre blanco a cómo existen en España 1,63 millones de desempleados sin ingreso alguno, algo menos de los 2 millones de beneficiarios a los que sindicatos, PSOE, Podemos y otros partidos aspiran a conceder esa ayuda de 426 euros mensuales indefinida en el tiempo hasta la percepción de ingresos.
Desde CCOO aseguran que "los niveles de protección contra el desempleo siguen en mínimos". "Apenas la mitad de los parados registrados cuenta con algún tipo de protección, que en la gran mayoría de los casos se reduce a una prestación asistencial, con un gasto medio por beneficiario que sigue cayendo y se sitúa en apenas 798,7 euros mensuales", afirman en el sindicato que tutela Ignacio Fernández Toxo. UGT, por su parte, sí resalta que la tasa de cobertura "aumenta más de dos puntos porcentuales" respecto a finales de 2015, si bien no emite ningún juicio adicional. Ambas entidades coinciden, eso sí, en destacar que la protección por desempleo "ya no es un escudo" contra la pobreza.