
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, se sumó este martes al coro de voces críticas con los intentos de la Comisión Europea por emprender un tímido estímulo fiscal.
El también ministro de Finanzas holandés aprovechó una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo para recordar a la Comisión cuál debe ser su papel en el engranaje económico de la UE.
"Entre la recomendación sobre la expansión fiscal y hacer cumplir las reglas sobre la trayectoria fiscal contempladas en el Pacto (de Estabilidad) existen una tensión" y añadió que "ambas no pueden ser ciertas". Y la "primera responsabilidad de la Comisión es mantener el pacto", sentenció.
El toque de atención de Dijsselbloem siguió los pasos de la crítica lanzada por el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, quien avisó que la Comisión estaba yendo "más allá de su mandato" al plantear un objetivo de gasto para la eurozona.
El Eurogrupo discutirá el próximo lunes la propuesta de acordar una orientación fiscal positiva para la eurozona de un 0,5% de su PIB, lo que representa 50.000 millones en gastos adicionales. Sin embargo, las previsiones ya apuntan a que la eurozona cerrará el próximo año en un 0,3%, por lo que tan sólo harían falta 20.000 millones de euros de estímulo para alcanzar el objetivo. Los 18.500 millones de euros superávit presupuestario que logró Alemania en el primer semestre de este año darían casi para cubrir ese esfuerzo.
Como parte de la ofensiva para relanzar el crecimiento, la Comisión también quiere dar más protagonismo a su plan de inversión. Este martes arealizó una llamada a los estados miembros para que durante el próximo Consejo Ecofin del próximo martes aprueben la ampliación del músculo financiero del conocido como 'plan Juncker', para que pueda movilizar al menos 500.000 millones de euros hasta 2020, frente a los 315.000 millones hasta 2018 del plan inicial.
Además, el Ejecutivo comunitario indicó que ya ha introducido correcciones en su revisión del plan para garantizar que la inversión movilizada realmente atrae inversión para proyectos de riesgo.
El plan de inversión será precisamente uno de los temas que tratará este miércoles el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en su visita a Madrid. Juncker quiere que España, en particular sus empresas, aprovechen más las posibilidades de este fondo de garantías europeo.
Como gancho, la Comisión propondrá hoy algunos incentivos regulatorios para que, por ejemplo, la renovaciones en los edificios para mejorar la eficiencia energética financiados a través del plan no computen en el cálculo del déficit del Pacto de Estabilidad.