
La crisis financiera internacional parece querer llevarse por delante a Islandia, que se encuentra en riesgo de declararse en "bancarrota nacional", según su primer ministro. Para evitarlo, y tras suspender de cotización a los principales bancos, han aprobado una ley para poder intervenir todas las entidades que ya ha puesto en práctica con la toma de control del segundo mayor banco del país. Además, ha solicitado un préstamo de 4.000 millones de euros de Rusia.
La Autoridad islandesa de Servicios Financieros (IFSA) ha tomado el control de la segunda mayor entidad bancaria del país, el Landsbanki, con el objetivo de salvaguardar los depósitos domésticos y mantener la operativa bancaria de forma ordenada, confirmó la institución.
De este modo, IFSA precisó que la acción fue tomada en virtud de los nuevos poderes otorgados por el Parlamento islandés y subrayó que "todos los depósitos domésticos están completamente garantizados" y que el resto de servicios de la entidad funcionan "con normalidad".
Ley a medida
Además, el gobierno islandés ha anunciado la concesión de un crédito inmediato por valor de 500 millones de euros para el principal banco de Islandia, el Kaupthing. Hace una semana, Islandia ya había nacionalizado el Glitnir, tercer banco del país, hace una semana, al adquirir el 75% de sus acciones para contrarrestar su falta de liquidez.
Hoy mismo, Gobierno y oposición acordaron varias reformas legales que implican de facto el control estatal de todo el sistema bancario y a partir de las cuales pueden intervenir todos los bancos, obligarlos a fusionarse o declararse en bancarrota.
Previamente, el Gobierno había garantizado los depósitos en bancos comerciales y cajas de ahorro nacionales.
Crédito de Rusia
Por otro lado, el banco central islandés, Sedlabanki, informó de que ha solicitado a un crédito de 4.000 millones. A pesar de que esta mañana se había afirmado que dicha línea de financiación ya había sido concedido, Rusia lo ha negado más tarde.
Sin embargo, el ministro de Finanzas ruso, Alexei Kudrin, señaló que sí habían recibido su solicitud. "Islandia es conocida por su estricta disciplina presupuestaria y vemos favorablemente este pedido. El resultado se conocerá tras las negociaciones", dijo Kudrin.
Con este préstamo se incrementarían las reservas de divisas, según manifestó el banco central, y se refuerza la estabilidad cambiaria de la corona islandesa, que acumula una depreciación del 30% respecto al dólar en apenas un mes. En este sentido, el Sedlabanki ha fijado la paridad de la corona islandesa con una cesta de divisas, equivalente a 131 euros.
Al borde de la bancarrota
"Existe el peligro real de que la economía islandesa, en el peor de los casos, sea arrastrada a las profundidades de la crisis bancaria global, y el reasultado sería la bancarrota nacional", declaró en un discurso televisado el primer ministro islandés, Geir Haarde. "Muchas personas perderían dinero", añadió.
Hoy, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's volvía a recortar el 'rating' de la deuda soberana de Islandia por segunda vez en lo que va de semana, hasta 'BBB/A-3' desde 'A-/A-2'.
Islandia, un país de apenas 300.000 habitantes que ha vivido años de boom económico, es uno de los más afectados por la crisis mundial, debido a la fragilidad de su economía, muy dependiente del sector financiero, que representa ocho veces el PIB nacional.