Economía

El BCE se quedará este año sin bonos finlandeses y alemanes

  • Cerca de agotar también la deuda lusa, holandesa e irlandesa

Este jueves todas las miradas en los mercados estarán puestas en la reunión del BCE y en las posibles medidas que anuncie Mario Draghi, presidente de la entidad, en su comparecencia posterior. El 54% de los analistas encuestados por Bloomberg prevé que la entidad anuncie nuevas medidas y todos ellos esperan que tome la decisión de prolongar el QE en el tiempo. El problema que debe resolver Draghi tiene dos incógnitas: además de elegir las medidas a tomar para apoyar la economía -el 82% de los analistas cree que, antes o después, se anunciarán más estímulos- debe decidir cómo continuar con la compra de bonos soberanos sin levantar ampollas entre los Estados miembros.

Con las normas actuales y con la rentabilidad del papel gubernamental por los suelos, el BCE se quedará sin bonos alemanes y finlandeses antes de fin de año, según los cálculos de Morgan Stanley. Y, además, el banco americano cree que "los Países Bajos, Irlanda y Portugal podrían tocar los límites del programa durante el segundo trimestre del año que viene".

En principio, el QE finaliza en marzo del año que viene, si bien en varias ocasiones la propia entidad ha resaltado que seguiría comprando más allá de esa fecha "si fuese necesario" y los analistas descuentan que, en caso de tomar nuevas medidas, la primera será ampliar el programa en el tiempo.

El problema es que, ante la escasez de bonos comprables, necesita llevar a cabo un cambio en sus propias reglas. Para Jesús Sánchez Quiñones, director general de Renta 4, esto no debería ser un problema ya que "está adquiriendo bonos en función de unas limitaciones que se ha autoimpuesto y nadie mejor que la propia entidad para levantarlas".

En este sentido, Draghi no puede comprar deuda cuya rentabilidad se sitúe por debajo de la tasa de depósito -que actualmente se sitúa en el -0,4%-; realiza las adquisiciones en función de la aportación de capital de cada país a la Eurozona, lo que llevaba a incluir más papel de países del núcleo del continente, como Alemania y Francia; y solo puede tener un 33% de los bonos disponibles (el vencimiento debe estar entre los 2 y los 30 años) de cada emisor.

Las opciones del BCE 

En este contexto, en los últimos meses se ha especulado con la posibilidad de que pase a comprar en función de la deuda en circulación de cada país -lo que beneficiaría principalmente a Italia-, con que rebaje aún más la facilidad de depósito o con que eleve el límite del porcentaje de deuda que puede tener en sus manos (en el caso de la deuda corporativa puede comprar hasta el 70% de una emisión).

Si bien todos los expertos concuerdan al resaltar los problemas de escasez de bonos a los que se enfrenta Mario Draghi (el 82% cree que tendrá que cambiar los parámetros del QE), no se ponen de acuerdo sobre cuál será la medida elegida por la entidad para prolongar las compras.

"Nuestro escenario base es que el BCE actúe en diciembre con la ampliación del programa de compra de activos hasta septiembre de 2017 -incluso más allá- mientras hace cambios técnicos", explica Frederik Ducrozet, de Pictet WM. En Bank of America creen que "el QE tomará distancia sobre la implementación estricta de la clave de capital como la forma más razonable de prolongar el amplio apoyo monetario en la eurozona sin desencadenar problemas políticos y técnicos en los países centrales".

Por contra, enCiti prevén que "ajuste las características de su programa de compra de deuda pública, centrándose probablemente primero en incrementar el límite de cada emisión al 50%". En esta misma línea, en UBS consideran que esta es una opción plausible y que "expandir el rango de vencimiento de los bonos comprados podría ser logrado fácilmente".

La primera previsión del PIB tras el 'Brexit'

Uno de los puntos de atención en la comparecencia de Draghi a las 14:30 es que actualizará las previsiones de crecimiento por primera vez después del ?Brexit?, si bien el banquero ya declaró que esperaba que provocase un recorte de 0,5 puntos porcentuales en el crecimiento de la eurozona en tres años. "Dada la resistencia de los indicadores después del referéndum solo esperamos una ligera revisión a la baja en la previsión de crecimiento", explica Marco Valli, economista jefe para la eurozona de Unicredit.

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