
La peculiar carrera hacia la Casa Blanca sigue su curso. Tras una semana marcada por el revoltoso papel de la Fundación Clinton y sus posibles conflictos de interés, la candidata demócrata sigue aventajando al díscolo Donald Trump en las encuestas, un esfuerzo respaldado por las acusaciones de ésta, quien considera que su oponente construye "su campaña sobre el prejuicio y la paranoia. Está ampliando la aceptación de grupos de odio".
Según la media que realiza el portal RealClear Politics, Hillary Clinton cuenta con el apoyo del 47,7% del electorado mientras su oponente republicano sigue rezagado con un 41,7%. Distancias que todavía son triviales y posibles de acortar en los próximos meses pero que presionan al multimillonario empresario.
Precisamente, el papel de ejecutivo y gestor del nominado republicano sigue poniéndose en duda a este lado del Atlántico pese a que él mismo situó su fortuna en los 10.000 millones de dólares (alrededor de 8.931 millones de euros). Una cifra engordada que Bloomberg News redujo hasta los 2.900 millones de dólares (2.590 millones de euros) y Forbes sitúa en los 4.100 millones de dólares (3.662 millones de euros).
Desde una aerolínea al vodka
Su imperio, básicamente cimentado dentro del mercado inmobiliario y con la ayuda de su padre, que le concedió un crédito de un millón de telares y una herencia aproximada de 40 millones de dólares (35 millones de euros), cuenta también con una serie de desatinos que evidencian taras a la hora de atisbar nuevos negocios. Desde aerolíneas, equipos de fútbol americano hasta concursos de belleza, vodka y hasta su propio filete son algunos de las aventuras empresariales que no han llegaron a buen puerto.
"He utilizado las leyes de este país... las leyes de bancarrota, para hacer un buen trabajo para mi compañía, para mí, para mis empleados y mi familia", ha defendido Trump incesantemente durante el periplo electoral, ante los ataques sufridos durante las primarias y en estos momentos por la propia Clinton. El propietario de hoteles y campos de golf en todo el mundo, ha llegado a declarar en quiebra hasta cuatro de sus negocios, lo que convierte a Trump en la persona que más lo ha hecho en las últimas décadas.
Trump consideró estos procesos de reestructuración bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EEUU como la escapatoria perfecta al decadente negocio de casinos en Atlantic City. Sin embargo estas decisiones han hecho perder dinero a muchos individuos y especialmente la presentada en 1991 por su propiedad Trump Taj Mahal, que casi llegó a arruinar al propio empresario, quien se vio obligado a vender su yate, su aerolínea, limitar sus gastos y ceder sustanciales participaciones mayoritarias para poder salir del paso. Por aquel entonces, su acreedor más importante fue el inversor activista Carl Icahn, quien tenía 400 millones de dólares (357 millones de euros) en bonos. Pese a las rencillas del pasado, Icahn apoya una posible presidencia de Trump, que ha sugerido que podría nombrar Icahn como secretario del Tesoro si gana las elecciones.
Gestor hipotecario
A la quiebra del Trump Taj Mahal siguieron otras, como la de Trump Castle Associates un año después, la de Trump Hotel & Casino Resorts en 2004 y la de Trump Entertainment Resorts en 2009. Según el New York Times, Wall Street no confía demasiado en el candidato dados estos acontecimiento y su tendencia a litigar. Según los datos presentados ante la Comisión Electoral Federal, un total de 15 entidades relacionadas con Trump adeudan más de 270 millones de dólares (241 milones de euros).
En la primavera de 2006, el actual candidato republicano quiso hacerse un hueco en el jugoso mercado hipotecario ante el burbujeante y apetitoso sector inmobilario estadounidense. Trump Mortgage LLC nació en un momento donde una de las mayores crisis financieras de los últimos tiempos comenzaba a fraguarse. Un año y medio después, Trump tuvo que echar el cierre de este negocio, que básicamente dejó al menos una demanda por estafa. Hablando de fraudes y estafas, otro de sus fracasos empresariales presente durante el ciclo electoral ha sido el de la Universidad Trump. Esta aventura en el mundo educativo con ánimo de lucro culminó con una demanda del fiscal general de Nueva York por valor de 40 millones de dólares (35 millones de euros) que acusaba al magnate de defraudar a sus estudiantes y de operar un centro educativo sin licencia.
Los escollos y negocios frustrados de Trump, que gestiona de alguna forma hasta 515 compañías, de las cuales 268 cuentan con su nombre según la Comisión Federal Electoral, incluyen desde la compra del equipo de fútbol americano New Jersey Generals o su aerolínea Trump Airlines.
Su apellido, que muchas compañías licencian, se asocia con agua, bebidas energéticas en Israel, colonia, vino, vodka, muebles y "cualquier producto que pueda venderse como un bien de alta calidad, coste elevado y lujo", según señala Michael d'Antonio, biógrafo reciente del candidato republicano.
Un mal gestor
La semana pasada Willem Buiter, economista de Citi y su equipo advertían que una victoria del multimillonario provocaría una caída del PIB de entre 0,7 y 0,8 puntos porcentuales. ?La victoria Trump, en particular, podría prolongar y tal vez exacerbar la incertidumbre política y provocar un shock en los mercados financieros?, avisaban desde el banco.
Desde Moody's Analytics avisaban que al final del mandato del republicano habría unos 3,5 millones de empleos menos en EEUU; la tasa de desempleo ascendería del 5% actual al 7%; los ingresos medios por hogar descontada la inflación se estancarían, y los mercados bursátil e inmobiliario perderían valor.
Sin embargo, los documentos presentados ante la Oficina Ética del Gobierno revelan que sus apartamentos de lujo siguen siendo codiciados por la élite, casi cada uno de sus 17 clubs de golf ha incrementado de forma sustancial la facturación y las ventas de sus libros, incluso los que habían caído en el olvido, han subido desde que anunciase su candidatura.
Su campaña especificó que los ingresos entre el comienzo de 2015 y mitad de mayo de este año, fueron de 557 millones de dólares (497 millones de euros), un 53% más con respecto al período entre principio de 2014 y la primera mitad de 2015 hasta julio. Concretamente, su Club de golf Trump National Doral generó 131,8 millones más del doble que el periodo anterior. Una dinámica similar que también siguieron otros negocios como su Club social Mar-a-Lago o la venta de apartamentos en Trump Park Avenue.