Economía

Aún pueden quedar otros 10 años de recortes y de subidas de impuestos

  • "Hay que reducir el riesgo de una crisis de deuda mediante el ajuste fiscal"
Manifestación contra los recortes. Foto de Getty

Los economistas del Peterson Institute, Paolo Mauro y Jan Zilinsky, muestran en su trabajo Reducing Government Debt Ratios in an Era of Low Growth, la difícil situación que encaran las economías desarrolladas para reducir su ratio de deuda pública sobre PIB. El actual contexto de bajo crecimiento y estancamiento de precios hace inevitable nuevos ajustes fiscales para evitar una crisis de deuda.

La deuda pública en las economías desarrolladas se ha disparado 34 puntos porcentuales desde finales de 2007. A comienzos de la última gran crisis, los gobiernos de los países desarrollados presentaban una deuda equivalente al 72% del PIB, una cifra que se ha disparado hasta el 106% a finales de 2015. Con la Gran Recesión se activaron los estabilizadores automáticos, que junto a otras políticas de estímulos fiscal discrecionales ayudaron a alimentar la deuda pública de los países occidentales, lo que puso en peligro las finanzas públicas, dando lugar a un proceso casi generalizado de consolidación fiscal, que ahora podría prolongarse mucho más de lo previsto.

Un entorno diferente al pasado

Estos expertos han estudiado cómo se ha comportado la deuda pública sobre PIB en los últimos 60 años en varios países avanzados, teniendo en cuenta el crecimiento del PIB y la inflación. Por ejemplo, España logró reducir su deuda pública entre 1997 y 2007 en más de 29 puntos porcentuales. La deuda pública pasó del 64,4% del PIB en 1997 hasta el 35,5% de 2007.

A día de hoy, la deuda se encuentra alrededor del 100% del PIB, por lo que si esta situación se repitiese en la próxima década el endeudamiento podría caer hasta el 70%, muy cerca del ratio del 60%, considerado como sostenible por la UE. Sin embargo, parece imposible que se pueda contemplar este escenario en el contexto económico actual.

Ni crecimiento ni inflación

Como destacan estos economistas en su trabajo, "algunos factores que hicieron posible la reducción de los ratios de deuda pública en el pasado no estarán presentes durante la próxima década". Parece harto complicado que la inflación recupere la vigorosidad vista antes de la crisis, a pesar de los esfuerzos de los bancos centrales.

Por otro lado, tal y como se viene comentando desde hace algún tiempo, las perspectivas de crecimiento económico son también más débiles que las presenciadas antes de 2007, "dada el rol crucial del crecimiento económico en el ratio de deuda, esta tendencia es particularmente preocupante", sentencia Mauro y Zilinsky.

Estos expertos del Peterson Institute for International Economics creen que "uniendo todos estos factores, el enfoque más probable y deseable es reducir el riesgo de una crisis de deuda en los próximos 10 años mediante un ajuste fiscal gradual a través de recortes de gasto e incrementos de los ingresos".

Este tipo de consolidación será compleja de llevar a cabo: "Recortar el gasto será difícil en un contexto de envejecimiento de la población, y porque un recorte agresivo para reducir la deuda de forma rápida puede poner en peligro la recuperación económica", según destaca el informe.

Los políticos y economistas deben comenzar a reconocer que el que crecimiento a largo plazo va a ser menor de lo esperado y que la probabilidad de caer en una crisis de deuda estará amenazando de forma constante... "un incremento de los tipos reales no se puede descartar, sobre todo si los agentes pierden la confianza en la economía y en la capacidad del pago de la deuda".

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