
Entre rumores descartados de helicópteros de dinero y con tímidos cambios en la flexibilización monetaria aprobadas el pasado viernes, la administración del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, dio luz verde ayer a un paquete de medidas fiscales por valor de 13,5 billones de yenes (132.000 millones de dólares). Un paquete de estímulo fiscal que coincidió con las recomendaciones del FMI, que incidió en la necesidad de coordinar estas medidas con una política monetaria aún más laxa.
Sin embargo, la reacción al mayor estímulo fiscal nipón desde la crisis financiera dejó mucho que desear, especialmente en lo que se refiere al gasto directo a nivel local y nacional, que ascendió hasta los 7,5 billones de yenes (73.000 millones de dólares).
Dicho esto, Abe reconoció que su equipo ha elaborado "un robusto paquete económico que busca seguir adelante con la inversión a futuro". "Con este paquete, seguiremos no sólo estimulando la demanda, sino que alcanzaremos un crecimiento económico sostenible liderado por la demanda privada", sostuvo.
La cifra total del programa llega a 28,1 billones de yenes, pero incluye alianzas público-privadas y otras partidas que no corresponden a desembolsos directos del Gobierno y que por lo tanto no ofrecerán un impulso inmediato al crecimiento japonés. Un presupuesto adicional facilitará el gasto directo de 4 billones de yenes hasta finales del año fiscal. El paquete también proporcionará ayudas en efectivo de 15.000 yenes, o alrededor de 147 dólares, a cada uno de las 22 millones de personas con bajos ingresos en el país.
El Banco de Japón decepcionó a los mercados el viernes al mantener estable el alcance de sus compras de bonos y sólo modificar su absorción de activos, al incluir también fondos cotizados en bolsa.
Por su parte, el jefe de la misión para Japón del FMI, Luc Everaert, dijo en Washington que el paquete de estímulo de Abe "mejora ligeramente" las previsiones económicas del país. Aún así incidió en que se requieren más medidas, tanto desde el punto de vista monetario como esfuerzos para incrementar los salarios y reducir las barreras estructurales dentro del mercado laboral.