Economía

Los antipartidos entran en la sala de mandos de la economía italiana

Chiara Appendino, alcaldesa de Turín.

Chiara Appendino, flamante alcaldesa de Turín por el Movimiento antipartidos 5 Estrellas, no ha dejado pasar mucho tiempo para hacer constar quién manda ahora, no sólo en la política, sino también en la economía de la ciudad. "El presidente sabrá entender las exigencias de la nueva administración y actuar en consecuencia", dijo refiriéndose a Francesco Profumo, antiguo ministro tecnócrata de Mario Monti y actual presidente de la Compagnia di San Paolo, fundación que, recogiendo la herencia de las antiguas cajas de ahorro, es el principal accionista (con más del 9%) de Intesa Sanpaolo, el principal banco doméstico transalpino.

Appendino ha polemizado con el nombramiento de Profumo durante toda la campaña electoral, porque fue elegido por el alcalde saliente, Piero Fassino, a pocas semanas de las elecciones. Y la nueva alcaldesa, que con sus correligionarios del M5S reivindica más transparencia en las administraciones públicas, aboga por una norma que impida a las administraciones salientes nombrar a ejecutivos en las participadas por los Gobiernos locales durante los seis meses previos a las elecciones.

Más que una cuestión de normas, las declaraciones de la nueva alcaldesa son la señal de que el M5S no se limitará a la administración ordinaria de las alcaldías que ha ganado, sino que entrará en la sala de botones de las tantas participadas por los gobiernos locales, que constituyen una parte importante de la economía italiana, sobre todo en la banca, los servicios públicos y las infraestructuras.

Es pronto para saber cómo terminará el pulso entre Profumo y Appendino. La alcaldesa, mientras tanto, podrá hacer valer su poder dentro de otra fundación bancaria - CRT- que tiene cuotas (un 2,5%) en un banco crucial para el sistema financiero italiano: Unicredit, entidad transalpina más internacional, que justo en estos días está renovando su cúpula directiva.

El billete al poder empresarial

En un país donde los gobiernos locales tienen gran peso en empresas clave, las elecciones municipales siempre han sido la puerta de entrada para los partidos en los consejos de administración de empresas y bancos. En el pasado fue la Liga Norte, fuerza xenófoba y autonomista que se afirmó en varios municipios y regiones a partir de los años noventa para luego entrar en el Gobierno con Berlusconi. Ahora es el momento de los 5 Estrellas.

Y si desde Turín el M5S intentará tener voz en el futuro de los dos principales bancos italianos, en Roma, la llegada de Virginia Raggi amenaza con tumbar los planes de muchas empresas. La nueva alcaldesa del M5S ha puesto en su punto de mira Acea, la eléctrica de la capital italiana que gestiona también el abastecimiento de agua y gas con un volumen de negocio de casi 3.000 millones de euros. Raggi quiere sustituir la cúpula directiva del grupo, aunque de momento, siendo Acea una empresa que cotiza en Bolsa, no tendrá libertad para ello. En todo caso, estudia adecuar las estrategias empresariales al programa del Movimiento, empezando por desprivatizar la gestión del agua.

Sin embargo, el tema clave para las empresas de Roma es el de las Olimpiadas. Durante la campaña, Raggi afirmó que la candidatura a los Juegos de 2024 no es una prioridad, pues prefiere centrar los recursos en la mejora de los servicios públicos. Así, las constructoras -sector económico muy fuerte en la capital italiana- ven esfumarse negocios por casi 10.000 millones de euros. Tanto había previsto invertir Roberto Giachetti, el candidato de Matteo Renzi, en caso de victoria.

Esto no significa que el M5S sea hostil al mundo empresarial. Al contrario que otras fuerzas europeas antipartidos, el movimiento del cómico Beppe Grillo no puede ser calificado de fuerza antisistema. Su programa se dirige a la clase media empobrecida por la crisis, con particular atención a pequeñas y medianas empresas. Junto a Grillo, otro fundador del MS5 es el empresario Gianroberto Casaleggio (recién fallecido). Y varios candidatos, empezando por Appendino, vienen del mundo empresarial: la alcaldesa se ha licenciado en la Universidad Bocconi de Milán, el principal centro de formación para las elites económicas italianas, y su padre es colaborador del presidente de la Patronal regional.

Raggi es abogada y no tiene vínculos fuertes con el mundo empresarial, pero construyó un canal de comunicación con la patronal durante la campaña electoral, gracias a una intervención apreciada por la platea de la cumbre anual de jóvenes empresarios.

De hecho, el M5S sigue mostrándose cercano a las empresas: diputados y senadores del movimiento han reducido su sueldo para destinar una parte a financiar pymes; como dijo hace un mes el vicepresidente del Congreso y delfín de Grillo, Luigi di Maio: "Llevamos un año dando nuestro sueldo a las empresas italianas. Esto no resuelve todos los problemas, pero sí contribuye a cambiar el país".

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