Economía

Juncker reconoce que no deja de conceder prórrogas a Francia... "¡Porque es Francia!"

  • El presidente de la Comisión se mofa de la política interna gala

El siempre polémico presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dejó a muchos con la boca abierta el martes en París, al reconocer que está cansado de conceder prórrogas a Francia para que cumpla los objetivos de estabilidad, pero no le queda más remedio.

En una entrevista concedida en el marco de un encuentro de alcaldes de Francia, el mandatario se condujo con un tono socarrón y reconoció que había usado el avión (40 minutos desde Luxemburgo) y el coche (1h30' desde el aeropuerto hasta la Puerta de Versalles) para evitar los retrasos a causa de la huelga ferroviaria, según informa Public Senat.

Era su manera de introducir uno de sus temas favoritos: la reforma laboral en Francia, consecuencia directa de las demandas de Bruselas y causa directa de la oleada de protestas que habían convertido su viaje en coche en un calvario. "Es Francia, la Francia de siempre, que tiene una dinámica interna que no tienen el resto de países europeos... pero es un comportamiento del que no tengo ganas de hacer comentarios".

La Francia "de siempre"

Pero vaya si tenía. Con evidentes signos de un no muy auténtico comedimiento, Juncker recordaba acto seguido que Francia no deja de incumplir sistemáticamente el objetivo de déficit público del 3% fijado por Bruselas.

"Francia", afirmaba el luxemburgués, "tiene que estar por debajo del 3% en 2017, absolutamente. Y después, ya veremos". Juncker añadía: "No dejo de hacer excepciones con Francia, y hay que terminar con ellas algún día".

Preguntado por qué, si no quiere mirar a otro lado (y hay que recordar que Bruselas está siendo especialmente estricta con otros países, como España), lo hace, Juncker termina desatándose. "Porque es Francia. La Francia de siempre".

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