
Desde que el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, señaló el 23 de junio como la fecha para el referéndum sobre la permanencia de su país en la UE, todas las energías, desvelos e incluso parte importante de las iniciativas se han dedicado a evitar el fatal desenlace. Porque una salida del Reino Unido, la segunda economía de la UE y casi con seguridad su principal potencia en el ámbito exterior y de seguridad, supondría un revés de enormes magnitudes justo cuando Europa atraviesa sus horas más bajas desde su fundación. Pero los líderes europeos también se preparan para este varapalo. Para intentar hacer de la necesidad virtud, y cumpliendo el dicho de que la UE siempre sale reforzada de las crisis que supera, las instituciones comunitarias y los principales estados miembros están empezando a cocinar un gran plan post-Brexit. Así lo confirman a elEconomista altas fuentes europeas.
El objetivo sería por una parte superar el momento de knockeo posterior a una posible victoria de la ruptura con el continente y, al mismo tiempo, hacer realidad el 'salto adelante' que necesita la Unión para encarar la pila de desafíos que encara, ya sea con el reforzamiento de la unión económica, la política migratoria y de asilo, o la estrategia de seguridad y relaciones exteriores.
Según cuentan las mismas fuentes consultadas, los trabajos se están llevando muy en secreto, por lo que los detalles son escasos. Tampoco se sabe con total claridad cuáles son las principales manos detrás de los trabajos, aunque explican que diferentes documentos se están preparando en Bruselas, París y Berlín, con una fluida cooperación entre las capitales.
La primera reacción llegará en la cumbre que mantendrán los 28 líderes de la UE el 28 y 29 de junio. Contar con una respuesta articulada será crucial para evitar una debacle en el ánimo y evitar la embestida de los mercados.
El Financial Times apuntó por su parte la pasada semana que el principal área sobre la que quieren progresar la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande, es la profundización en la seguridad común y la cooperación en defensa, ya que es vista como un tema menos controvertido que la profundización de la eurozona, que además evitaría marginar a los nueve socios de la UE que no comparten la moneda común.
Pero este esfuerzo integrador ofreció a los medios británicos más euroescépticos un flanco por el que atacar en plena campaña del referéndum. El diario The Times alertaba sobre los planes de la UE para crear un ejército europeo. Aunque las intenciones de las instituciones comunitarias no parecen tener ese nivel de ambición, el presidente de la Comisión, y federalista declarado, Jean-Claude Juncker, se mostró a favor de su creación al principio de su mandato.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, salió el pasado viernes para desmentir los planes de un ejército europeo. La italiana aprovechó los preparativos de la ya anunciada nueva estrategia global exterior para negar que la UE estuviera conspirando con grandes planes secretos para crear un súper ejército europeo.
Pero los ánimos del campo euroescéptico ya estaban muy agitados la pasada semana después del ataque frontal que recibieron del todopoderoso jefe de Gabinete de Juncker, Martin Selmayr.
El funcionario alemán publicó un tweet desde el G7, celebrado en Japón, en el que comparaba al conservador británico Boris Johnson, la cara más visible a favor del 'Brexit' , con Donald Trump, Marie Le Pen y Beppe Grillo, todos ellos representando el "escenario de horror" que encara la UE en su lucha "contra el populismo".
Tanto desde dentro del Ejecutivo comunitario como en otras instituciones consideran que el tweet fue un "error" y una "torpeza" que nadie alcanza a comprender, menos aun cuando la Comisión ha intentado hasta recientemente no entrometerse en la campaña del referéndum y las encuestas coinciden en que el campo a favor de la permanencia en la UE ha perdido la ventaja inicial que tenía.
Aunque la primera intentona por relanzar la UE tras un potencial golpetazo en las urnas británicas venga por el flanco exterior, Europa tiene una tarea tarea pendiente aun más urgente con la profundización de la unión económica y monetaria. Ésta es precisamente una de las grandes prioridades de Juncker para sus cinco años de mandato, aunque ha tenido que condicionar sus planes al calendario nacional no sólo por el referéndum, sino también por las elecciones en Francia y Alemania en 2017.
Antes de esa fecha, la Comisión y el presidente del BCE, Mario Draghi, otro abanderado de la profundización de la unión económica y monetaria, han concentrado todas sus energías en completar la unión bancaria con la creación de una garantía de depósitos europea.
Pero en este caso es Alemania la que se resiste a aceptar más mutualización de riesgos y transferencias fiscales si los estados miembros no ponen primero su casa en orden y aceptan más disciplina desde el centro. Así lo quieren tanto para el terreno bancario u otras áreas como la fiscal, con la creación de un presupuesto para la Eurozona que pueda servir como seguro de desempleo europeo para ayudar a los estados miembros en épocas de gran estrés.
La Comisión tiene intención de dar más detalles en la primavera de 2017 sobre este presupuesto para la eurozona, así como otras ideas de más alcance como la creación de un tesoro para la eurozona.
Aunque siendo conscientes del calendario nacional, las fuentes consultadas no descartan que algunas iniciativas económicas ya lleguen este mismo año para marcar el tono de adonde quiere ir realmente Europa tras tantos años de reflexión y documentos sobre el futuro de la unión económica y monetaria.