
La actividad manufacturera en China se debilitó tímidamente en abril, cuando el Índice de Gerentes de Compra (PMI, por sus siglas en inglés) registró una lectura oficial de 50,1, una décima por debajo del mes anterior y menos de lo que observaba el consenso del mercado. Un síntoma que también se dejó notar en el sector servicios, donde el PMI se situó tres décimas por debajo del nivel alcanzado en marzo al tocar los 53,5. Aún así, donde las manufacturas sufrieron un descalabro fue en Japón.
El PMI manufacturero nipón dejó notar los efectos del terremoto en Kumamoto, un área industrial, al situarse en los 48,2, un nivel que indica una contracción de la actividad y su peor lectura desde enero de 2013. La cifra final quedó por encima de las expectativas pero el país ya mostró una contracción de sus manufacturas en marzo. Recordemos que cualquier lectura por debajo de 50 es señal de una crecimiento negativo.
La decisión del Banco de Japón de no mover ficha el pasado jueves se ha dejado notar en la divisa nipona, que ayer llegó a tocar máximos en 18 meses en su cruce con el dólar estadounidense. Un hecho que sigue dificultando la reanimación de la tercera mayor economía del mundo. Durante la semana conocimos como la gasto de los consumidores japoneses se desplomó un 5,3% en términos interanuales, por encima de las previsiones. Al mismo tiempo, la inflación cayó un 0,3% el pasado mes a medida que los expertos señalan que el último seísmo que azotó al país se dejará notar en el trimestre en curso.
"Antes de tener en cuenta los efectos del terremoto en la producción, el incremento previsto entre abril y mayo era bastante moderado", explica David Hensley, economista de J.P. Morgan. "Con el impacto del seísmo observamos una caída del 4% en la producción industrial y una contracción del 1% para el PIB en el segundo trimestre del año", aclara. Pese a que el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, y los altos funcionarios de la entidad no incrementasen los estímulos monetarios en su última reunión, la caída de la inflación subyacente, que podría situarse en el 0,5% en su tasa interanual en junio, forzaría al banco central a tener que tomar medidas en su reunión del mes posterior.
En Estados Unidos, la actividad manufacturera que mide el Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM, por sus siglas en inglés) se situó en los 50,8 en abril, un punto menos que la lectura de marzo. Aún así, siguió mostrando un crecimiento positivo, señal bien recibida por los expertos. El PMI que elabora Markit cayó hasta los 50,8 a este lado del Atlántico desde los 51,5 del pasado mes. Los efectos del petróleo y el repunte del dólar, que han moderado su tendencia desde que se estrenase 2016, han pasado una factura variada a la mayor economía del mundo, que en los tres primeros meses del año creció a un ritmo del 0,5% y actualmente crece a un ritmo del 1,8% según el indicador GDP Now que elabora la Reserva Federal de Atlanta.