
La vieja idea de que la industria nacional produzca todo (aunque sea más caro e ineficiente que traerlo de fuera) mientras que lo importado (aunque sea más barato y de mejor calidad) destruye empleo dentro del país, está volviendo a cobrar fuerza. El proteccionismo y el nacionalismo están en auge en varios países en desarrollo, pero también amenazan con implantarse en países desarrollados al calor de nuevos movimientos políticos muy críticos con el libre comercio y la libertad económica.
Como explica David Lubin, director de mercados emergentes en Citigroup, "con el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914, se convirtió en algo casi imposible la coordinación entre los gobiernos y los agentes de cooperación internacional. Esta situación asfixió el flujo de comercio internacional, los flujos financieros y la inversión. Así se acabó de forma abrupta con varios años de globalización. ¿Puede apagarse hoy la globalización? Podría decirse que es justamente lo que está ocurriendo", sentencia este experto.
Y es que tal y como se define en la Real Academia Española, cuando la globalización adquiere una dimensión mundial, se logra que las economías dependan cada vez más de los mercados externos y menos de la acción reguladora de los Gobiernos, algo que no parece gustar a determinadas autoridades.
Esta situación suele traer grandes beneficios para los consumidores (bajos precios, una gran diversidad de productos, etc), sin embargo también puede ser clave para que las crisis o los problemas financieros se contagien con mayor facilidad entre regiones. Esto último podría estar ganando fuerza entre determinados sectores que hoy apuestan más por proteger lo de dentro que aprovechar las ventajas de fuera.
"Los miedos sobre el proteccionismo reaparecieron a principios de 2008 con la crisis financiera, sin embargo, estos miedos eran prematuros: el mundo siguió abierto al comercio internacional a pesar de Lehman Brothers. Pero desde 2013 existen claras evidencias de que los países están girando hacia el proteccionismo", explica Lubin en el Financial Times.
Se aprueban medidas proteccionistas
Como muestra el portal Global Trade Alert, que provee información sobre las normas aprobadas relacionadas con el comercio internacional, "las políticas y medidas que discriminan el comercio están superando dramáticamente en número a las nuevas medidas que buscan mayor libertad de comercio. Parece que los países emergentes tienen gran parte de la culpa. Rusia, India, Indonesia y Brasil han introducido este año gran parte de las políticas que dañan el comercio internacional", explica el experto de Citi.
Auge de las medidas proteccionistas. Global Trade Alert
Observando los datos, no resulta extraño que los dos grandes tratados comerciales que se han firmado o se están negociando hoy en día (el TTP y el TTIP) son en gran parte orquestados por países ricos. No obstante, serán los países en desarrollo los que más sufran estas políticas proteccionistas. "La mayor parte de estos países tienen economías pequeñas y abiertas. Este tipo de economías sólo pueden disfrutar de un crecimiento rápido de los ingresos si las condiciones de demanda global son fuertes. Pero la demanda global quedará en el aire si el proteccionismo se reafirma", argumenta Lubin.
Para concluir el análisis, Lubin explica que "quizá todo lo que estamos viendo corresponde a un moderado ajuste de la movilidad de los bienes y del capital, que a la postre puede tener el efecto deseado para acabar con los problemas de estos países. Sin embargo, parece difícil dejar de pensar que lo que está ocurriendo es una gran amenaza para la globalización. Lo único que puede hacer que las cosas vayan peor no es que haya más globalización, sino que esta pierda tamaño. Si obtenemos más evidencias de que la globalización se está apagando, deberíamos preocuparnos", culmina el experto de Citi.