Economía

El castigo a la austeridad del Gobierno abre un periodo de incertidumbre

El severo castigo infligido al Ejecutivo de coalición entre conservadores y laboristas en las elecciones generales irlandesas del viernes abre la puerta a pactos complicados e incluso a la posibilidad de nuevos comicios dentro de seis meses si no hay acuerdos de Gobierno.

Mientras avanza hoy con lentitud el recuento de votos, los primeros datos provisionales apuntan a una débil victoria del Fine Gael (FG) del primer ministro, el democristiano Enda Kenny, y constatan el hundimiento del Partido Laborista (LB).

Ambas formaciones, víctimas de sus políticas de austeridad, quedarían lejos de alcanzar la mayoría absoluta, lo que plantea, entre otras opciones, una gran coalición entre el FG y el centrista Fianna Fáil (FF), los dos partidos que se han repartido el poder desde la independencia de Irlanda hace casi un siglo.

"La ciudadanía se ha pronunciado y quiere un cambio de dirección", subrayó Micheál Martin, líder del FF, que obtendría, según las encuestas, en torno a un 20 % de votos y se situaría como la segunda fuerza en la Cámara baja de Dublín (Dáil), compuesta por 158 escaños.

Según el dirigente centrista, el "pueblo ha rechazado" la gestión del Ejecutivo, desgastado tras aplicar el duro rescate que el propio FF, con él como ministro, solicitó en 2010 a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Este resultado le colocaría a muy poca distancia del FG, que ganaría los comicios, según las estimaciones, con un 25 % de votos, casi un 5 % menos de lo esperado, mientras que el LB podría perder casi un tercio de escaños con un pobre 7 %.

Martin no quiso entrar hoy a valorar la posibilidad de firmar un gran pacto con los democristianos, a pesar de que ambos líderes han rechazado tajantemente esa opción durante la campaña electoral.

Si no fuesen capaces de dejar a un lado sus diferencias históricas, que se remontan a la Guerra Civil Irlandesa (1922-1923), los expertos consideran que las otras combinaciones no producirían un Ejecutivo estable, lo que llevaría al país a otras elecciones generales.

Otras alternativas pasan por la búsqueda de apoyos entre las formaciones minoritarias de izquierda y conservadoras y los candidatos independientes, que también han sacado beneficio del descontento del electorado con los partidos tradicionales.

Este nuevo escenario permitirá que Irlanda tenga a partir de ahora una "auténtica izquierda", según afirmó hoy uno de los líderes de esas formaciones minoritarias, cuyo auge ha provocado "un cambio sísmico" en el sistema político y el comienzo de una "nueva era".

Así se expresó Richard Boyd Barrett, dirigente de la Alianza Antiausteridad y El Pueblo antes que los Beneficios (AAA/PBP), que podría obtener un 4,7 % de votos, lo que se traduciría en un aumento de entre 6 y 8 diputados en el Dáil, frente a los dos que tuvo en la anterior legislatura, cuando la capacidad era de 166 asientos.

También aumentaría su presencia parlamentaria el grupo de los candidatos independientes, compuesto por individuos de variado signo y que podría sumar hasta 22 escaños al recibir un 11 % de votos.

Ha "llegado la hora" de que la "auténtica izquierda" impida que la "falsa izquierda" siga apoyando a la derecha, dijo Boyd Barrett en referencia al LB, socio minoritario en diferentes Gobiernos durante las últimas décadas.

Paul Murphy, también del AAA/PBP, celebró el "final del sistema del bipartidismo y medio" impuesto por FF, FG y laboristas.

Frente a esa posible gran coalición de los partidos hegemónicos, Boyd Barrett se mostró confiado en que el nuevo Dáil será capaz de plantar cara, si el izquierdista Sinn Féin de Gerry Adams, contrario también a la austeridad, aumenta, como espera, en torno a un 50 % los 14 escaños que logró hace cinco años.

El antiguo brazo político del inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) podría convertirse en la tercera fuerza nacional al obtener el 16 % de votos, casi el 7 % más que en las últimas elecciones, cuando pasó de tener 10 diputados a 14.

No obstante, los otros tres partidos tradicionales no quieren al Sinn Féin en un Gobierno de coalición, y los republicanos, a su vez, tampoco tienen intención de formar parte de "cualquier Ejecutivo liderado por el FF o el FG", recalcó hoy Adams.

Además de AAA/PBP y los independientes, otros partidos minoritarios, como Los Verdes o el conservador Renua -una escisión de FG- y el Partido Socialdemócrata, ambos de reciente creación, podrían pasar a integrar esta heterogénea bancada parlamentaria, cuya estimación de voto total ronda el 30 %.

Debido al complejo sistema electoral irlandés, a última hora de la tarde de hoy el escrutinio solo había adjudicado 13 de los 158 escaños en liza.

El anuncio oficial de los resultados definitivos podría retrasarse hasta el domingo o incluso hasta la semana entrante, si se presentan impugnaciones y se producen nuevos recuentos.

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