Economía

Consecuencias de la crisis: 60.000 empresas locales cierran o abandonan Grecia

  • Bulgaria, Chipre y Macedonia son los principales beneficiados

El espíritu empresarial en Grecia está atravesando quizá sus peores momentos. Docenas de miles de empresas deciden o se obligan a abandonar sus negocios dentro del país y trasladar sus sedes a otros mercados de su entorno, principalmente a Bulgaria y a la actual República de Macedonia (escindida del antiguo bloque yugoslavo).

Son empresas que se ubicaban hasta ahora en el norte del país, en la región de Tesalónica y Macedonia del oeste, pero también se incluyen otras compañías que mantenían su sede en Atenas y en otros centros metropolitanos del país.

De acuerdo con los datos de la Confederación Nacional de Comercio y Negocios griega, unas 60.000 empresas que operaban en varios sectores del mercado han trasladado su sede central a Sofía (la capital búlgara), a otras ciudades de Bulgaria, y en menor grado a Macedonia, mientras que alrededor de 10.000 empresas se han trasladado a Chipre.

Este fenómeno de desindustrialización se nota más que en cualquier otro lado en el norte, donde hay regiones que gozaban de una expansión industrial y ahora el índice de desempleo en estas mismas regiones se dispara.

Y las condiciones actuales en Grecia parece que no cambiarán fácilmente. La razón se encuentra en los problemas crónicos de la economía helena. El alto nivel de burocracia, la baja competitividad, la falta de financiación, el inestable entorno fiscal y la imposición de nuevos impuestos en cada reforma fiscal y tributaria, son importantes desincentivos para el desarrollo empresarial. El resultado es que ya son miles las empresas griegas, de diverso tamaño, que buscan otros lugares para desarrollar sus actividades.

También huida foránea

Algo parecido sucede con las empresas extranjeras que operan u operaban en Grecia. Varios grupos han decidido últimamente suspender sus actividades en el país heleno, dejando a cientos de empleados en paro. El paradigma más emblemático es el de la empresa canadiense ElDorado Gold, que anunció el cese de su inversión en la región de Skuriés, en el norte, donde operaba en minas de oro.

La conocida empresa Bacardi también anunció la semana pasada que cierra su filial en Grecia y que desde ahora sus productos serán representados por otras empresas, mientras que hace pocos días la multinacional Bolton Group decidió cerrar la empresa Softex, la mayor empresa de fabricación de papel en Grecia.

En este entorno desafiante, la fuga de cada empresa griega o mucho más de cada empresa extranjera del país heleno transmite sin duda una señal negativa al mercado, obligando a inversores que estaban pensando en la posibilidad de invertir en Grecia, reconsiderar sus planes. No es casualidad que la caza de inversores que tanto anuncia y reanuncia cada uno de los gobiernos griegos desde el año 2008, ha resultado infructuosa.

Al compás de esta situación se mueve también el asunto del ambicioso plan de privatizaciones, que tampoco ha generado los resultados deseados, por lo menos hasta la fecha. El ejemplo más reciente es la venta del Puerto del Pireo, para lo que hubo únicamente un interesado: la empresa china Cosco, cuya oferta fue inferior a la solicitada por la parte griega, y sin embargo, fue aceptada.

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