
Los responsables del Banco Central Europeo quieren pruebas de que los billetes de euro de más valor nominal son de verdad un vehículo para el crimen organizado y la corrupción, y no están dispuestos a sacarlos de la circulación sin más, como se les ha demandado desde diversas instituciones.
"Hay policías que tienen opiniones sobre esto, y también se ha discutido en el G-20", afirma Yves Mersch, miembro del consejo ejecutivo del instituto emisor, que añade que "estaría encantado si nos remitiesen alguna prueba sustancial al BCE".
Estas declaraciones se producen después de que el presidente del Banco, Mario Draghi, contase a los legisladores europeos que está dispuesto a revisar sus políticas acerca de la emisión de billetes de 500 euros.
Esta práctica viene preocupando a los miembros de las fuerzas de seguridad y lucha contra el fraude de la zona euro desde hace años y autoridades como el antiguo miembro del Banco de Inglaterra Charles Goodhart la han calificado como "desvergonzada".
En 2010, los bancos británicos dejaron de suministrar billetes de 500 euros después de que un informe demostrase que el 90% de la demanda procedía de grupos criminales. Un año antes, el Banco de Italia publicaba otro estudio en el que describía cómo esos billetes estaban siendo acumulados por la mafia, grupos terroristas y evasores fiscales por razones obvias: son fáciles de transportar, y de esconder.
Mario Draghi, que era presidente entonces del emisor transalpino, reconoce ahora que el BCE estudia la medida, aunque sin presiones: "Queremos hacer cambios, pero de una manera ordenada. Estén seguros, en todo caso, de que estamos comprometidos a que el papel moneda sea se convierta en un refugio para los criminales".