
El PP ha entrado por fin en la espiral de las promesas electorales anunciando una nueva rebaja del IRPF que, si gobierna, afectaría de momento a las rentas más bajas y a las más altas, dejando fuera a los salarios comprendidos entre los 12.450 euros y los 60.000 euros. Es lo que se deduce de las palabras del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, que prometió el pasado fin de semana dejar el tipo marginal mínimo en el 17% y el máximo en el 43%, dos puntos menos en ambos casos. Rajoy propone duplicar la reducción de Sociedades a pymes que apuesten por la innovación.
El anuncio sigue la estela de las dos rebajas acometidas en 2015, y que han resultado inapreciables para un gran número de contribuyentes. Finalmente, los que más rédito están obteniendo de las reducciones del PP están siendo las rentas más bajas y las más altas. En el primer caso, el tipo marginal sufriría la tercera bajada en apenas año y medio, puesto que hasta finales de 2014 se situaba en el 24,75%. En enero de este año bajó al 20% y en julio al 19%. De bajarse nuevamente al 17, habría caído nada menos que 7,75 puntos en un breve periodo de tiempo.
Algo similar sucede con los salarios más altos. A partir de 60.000 euros sufrirían un tipo marginal del 43%, cuando hasta el año pasado pagaban, en función de su renta, un 49, un 51 y hasta un 52%. Una reducción que oscilaría entre los cuatro y los siete puntos.
Mientras, el grueso de rentas españolas se quedaría como está. El tipo del 24% se mantendría para salarios de 12.450 euros a 20.200; el del 30%, para los de 20.200 a 35.200; y el del 37%, para los de 35.200 hasta 60.000 euros. Es en estos tramos donde se concentra buena parte de la masa salarial española.
El Instituto Nacional de Estadística (INE), ya dejó claro que el sueldo más común se sitúa en los 15.500 euros anuales. Y el salario medio en los 22.967, en el tramo con un tipo del 30%. Es exactamente el mismo que soportaba en el año 2014, antes de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobara su primera rebaja del IRPF.
Menos impuestos al trabajo
En ese goteo de propuestas que van llegando del Gobierno saliente, anoche La Moncloa hizo público un paquete de medidas encaminadas a rebajar la presión fiscal sobre el trabajo. En concreto, el PP prorrogará, si revalida mandato, la posibilidad que tienen las empresas de acogerse al beneficio de que los primeros 500 euros de un trabajador que es contratado como indefinido no coticen, y mantendrá esa bonificación durante todo 2016. La empresa, además, dejará de cotizar por esa cantidad durante cuatro años y no durante dos, como hasta ahora.
Además, un hipotético segundo mandato de Rajoy traería una segunda gran novedad: esa bonificación de 500 euros se haría extensiva a aquellos contratos temporales que pasen a ser indefinidos. Por último, el beneficio del mínimo exento de 500 euros se aplicaría a la parte de las cotizaciones que paga el propio trabajador, lo que terminará repercutiendo en su nómina.
El Gobierno enmarcó esta nueva promesa en el combate "contra la dualidad", y adujo que el nivel salarial más bajo será el principal beneficiario de las nuevas medidas.
Cuatro medidas
- Prorrogar los 500 euros de exención: Ampliar a 2016 la exención a los primeros 500 euros del nuevo empleo indefinido
- Duplicar a cuatro años el beneficio: Ampliar de dos a cuatro años la duración de esta exención
- Cambio a contrato indefinido: El cambio de contrato temporal a indefinido se beneficiará también de la exención.
- Aplicar la exención al trabajador: El beneficio del mínimo exento se aplicará también a la cotización del trabajador.