El banco central de Noruega ha recortado de manera inesperada los tipos de interés en un 0,25% y los ha dejado en el mínimo histórico del 0,75%. Se trata de la segunda rebaja en cuatro meses y no se descartan más ante la debilidad económica que vive el país por la caída de los precios del petróleo. Sólo un 7 de 17 economistas consultados por Bloomberg esperaban cambios, mientras que los otros 10 no preveía ninguna modificación.
"Las perspectivas de crecimiento para la economía noruega se han debilitado y la inflación está previsto que disminuya todavía más", señaló el gobernador del banco central, Oeystein Olsen, en un comunicado.
El instituto emisor subraya que el crecimiento de la economía noruega es probable que siga siendo bajo durante un periodo de tiempo más largo de lo que preveía debido a la caída de los precios del petróleo durante el verano. Algo poco novedoso según las últimas declaraciones de las autoridades del país. Hace casi un mes, el Gobierno ya reconocía abiertamente que se enfrentaba al mayor reto de los últimos tiempos. Y es que, los analistas ya anticipaban un desastre económico si el petróleo continuaba por debajo de los 50 dólares.
Por otro lado, el banco central afirma que una corona noruega más débil contribuirá al fortalecimiento de la rentabilidad de las exportaciones y remarca que el desempleo seguirá subiendo, mientras la deuda de los hogares ha seguido creciendo a un mayor ritmo que los ingresos.
