
La desaceleración del crecimiento económico en China y el terremoto en su Bolsa puede afectar a otras economías, sino lo ha hecho ya. Cuando un país que representa casi el 17% de la economía mundial y es el mayor consumidor del mundo de materias primas sufre algún shock está claro que el mundo no puede salir indemne. Sin embargo, hay algunos países que pueden capear el temporal mejor que otros. Este es el caso de España, cuyas exportaciones directas a China son escasas.
Del total del valor monetario de las exportaciones españolas tan sólo el 1,7% van directamente a China. España es uno de los países de toda Europa que exporta menos al gigante asiático. Si se representan las exportaciones como porcentaje del PIB, sólo Polonia exporta menos que España a la segunda potencia del mundo.
Exportaciones e importaciones
Sin embargo, en un mundo tan interconectado sería estúpido pensar que una fuerte crisis en China no afectaría a España. Países como Alemania o Francia, que tienen fuertes relaciones comerciales con China, se verían directamente afectados por una crisis en Pekín. Si Francia o Alemania ven lastrado su crecimiento España terminará siendo una víctima indirecta de los problemas chinos. Y es que el 65% de las exportaciones españolas van directamente a países de la Unión Europea.
Entre los países que podrían sufrir un mayor impacto en su economía por las turbulencias chinas están si duda los grandes productores de materias primas. Como se puede ver en el siguiente gráfico, China es un 'devorador' de materias primas. Latinoamérica y algunas naciones de Asia son candidatos a pasarlo mal, por su gran dependencia de las commodities.
