Cataluña tan sólo podría pagar el 64,7% de las pensiones de los ciudadanos que viven en su territorio, si para ello dispusiera únicamente de los ingresos por cotizaciones sociales que se generan en esa autonomía. Es decir, en el supuesto de una Cataluña independiente como la que persigue su presidente, Artur Mas, que tendría que hacer frente por sí solo al gasto en pensiones, con su actual recaudación podría abonar menos del 65% del total.
Así se deduce de las últimas cifras actualizadas por la Tesorería de la Seguridad Social, correspondientes a finales de junio de 2015, según las cuales la Seguridad Social recauda en Cataluña 5.768 millones de euros en cuotas, mientras que la nómina de prestaciones contributivas en esa región supone una cifra considerablemente superior: más de 8.803 millones. Esto significa que la autonomía que preside Mas registra un déficit de 3.035 millones de euros entre lo que allí se ingresa y se gasta en abonar las pensiones.
Jubilación y viudedad
Desglosado por importe de las prestaciones, las dos más cuantiosas son las de jubilación, que absorbieron entre enero y junio de 2015 más de 6.300 millones de euros, y las prestaciones por razón de viudedad, que facturaron al Sistema más de 1.400 millones de euros en los seis primeros meses del año 2015.
A tenor de las estadísticas de la Tesorería de la Seguridad Social, es Cataluña la autonomía que mayor desfase tiene en las cuentas del Sistema, aunque desde luego no es la única.
La siguiente comunidad autónoma con mayor brecha entre lo que recauda por cotizaciones sociales y los que debe pagar en concepto de prestaciones contributivas es Andalucía. En el caso de la autonomía que preside Susana Díaz, el desfase entre lo que allí se ingresa y se paga en pensiones alcanza los 2.392 millones, ya que abonar la nómina de sus pensionistas representó 6.491 millones entre enero y junio, en tanto que lo recaudado por cuotas fueron 4.099 millones de euros.
Valencia es la tercera región española donde mayores apuros pasarían si las pensiones se pagaran con lo que se recauda por cotizaciones en el propio territorio. En detalle: los pensionistas de la Comunidad Valenciana en su conjunto generaron un gasto de 4.280 millones de euros entre enero y junio, cuando los ingresos del Sistema allí son únicamente 2.778 millones. Es decir, arrastraría un déficit de 1.502 millones de euros tan sólo en un semestre.
'Números rojos' comunes
El déficit recaudatorio en cuanto a las pensiones es un problema que estrangula a todas las CCAA, según los últimos datos aportados por la Tesorería del Sistema, aunque hay algunas, como Madrid -entre las grandes-, Aragón y Baleares, donde el desfase ingresos-gastos es menor. Por ejemplo, en la autonomía que preside Cristina Cifuentes el pago de las pensiones contributivas se llevó 6.569 millones de euros en 6 meses, en tanto los ingresos de la Seguridad Social en ese territorio ascendieron a 5.786 millones. El déficit resultante, de 783 millones, permitiría abonar en torno al 90 por ciento de las pensiones. Insuficiente, pero deja a la región en una situación más desahogada del resto.
Precisamente, que todos los territorios sean incapaces de pagar sus pensiones con lo que allí recaudan en cuotas hace preciso acometer nuevas reformas que aseguren la sostenibilidad del Sistema.
Y es que, si hasta la fecha los pensionistas cobran puntualmente es por las aportaciones del Estado a las arcas de la Seguridad Social, y por el principio del caja única.
Romper ese principio, que asegura prestaciones iguales en todo el territorio, pondría en peligro el cobro de las pensiones públicas, dado que las estadísticas demuestran -mes a mes y año a año- que ninguna región de España es a día de hoy capaz de hacer frente a los gastos de prestaciones con los ingresos por cotizaciones que los empresarios y los trabajadores en activo aportan.
