Economía

China prepara un 'Plan E' frente al crecimiento más lento en 25 años

  • Emitirá 150.000 millones de euros en bonos para invertir en infraestructuras
John Kerry, secretario de Estado de EEUU, y Wang Yi, ministro chino de Exteriores. EFE

El gigante asiático prepara su particular Plan E para intentar revertir la tendencia de su economía, que durante el primer semestre del año registró la tasa de crecimiento más baja del último cuarto de siglo, un 7%.

El Gobierno chino prepara una inversión de 150.000 millones de euros -un millón de yuanes- en los próximos tres años que se financiarán a través de emisiones de bonos y que se destinarán a inversiones en infraestructuras, según informa la prensa del país asiático.

Una medida que contradice la que ha sido la postura oficial de las autoridades del país durante los últimos meses, que se han esforzado en defender como normal una ralentización de la economía que, aseguraban, serviría para cambiar el modelo productivo del país hacia una economía basada en el consumo y los servicios. Todo apunta a que finalmente esa apuesta se quedará en una mera declaración de intenciones, y que Pekín tirará de nuevo de inversiones en su enésimo intento de reavivar la economía del país.

El primer bloque, en un mes

Según publican los medios chinos, el primer paquete de inversiones podría lanzarse el próximo mes, con un presupuesto de 45.000 millones de euros, unos 300.000 millones de yuanes.

El Gobierno chino tiene previsto financiar estos proyectos de infraestructuras a través de la emisión de bonos de deuda por parte de los dos brazos financieros del Ejecutivo chino, el Banco de Desarrollo de China y al Banco de Desarrollo Agrícola.

Estas dos entidades se encargarían de la emisión de los bonos y el Gobierno central pagaría los intereses, según el oficial Diario de Información Económica.

Desde el China Daily se asegura que la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, el principal órgano de planificación económica del país, afirmó el jueves que autorizará "pronto" a estos dos bancos a emitir bonos para financiar grandes proyectos de infraestructuras, que incluyen construcción de ferrocarriles, proyectos de canalización de agua y construcción y mejora de vivienda pública, entre otros.

No es la primera vez que Pekín intenta compensar los males de su economía con una inyección económica, con resultados agridulces que sin embargo no parecen haber amedrentado a las autoridades chinas, que podrían volver a generar una burbuja que dificultara aún más la situación del país. Hace seis años, en 2009, para evitar un contagio de la crisis financiera internacional, Pekín realizó un plan de estimulo masivo cuatro veces superior al actual, por valor de cuatro billones de yuanes (597.000 millones de euros al cambio actual). Aunque la inyección supuso un alivio momentáneo de los efectos de la Gran recesión, generó un elevado endeudamiento que aún atenaza las finanzas de las administraciones locales.

Para evitar que la historia se repita, las autoridades chinas, además de asumir la deuda, serán las encargadas de decidir qué proyectos serán financiados.

Una huida hacia adelante ante el fracaso de otras medidas, como la rebaja, hasta en cuatro ocasiones, de los tipos de interés y el recorte de los coeficientes de caja de los principales bancos.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky