
El déficit autonómico a la carta, utilizado ya en el año 2013 para combatir el victimismo económico de los partidos soberanistas catalanes, vuelve a abrirse camino. Así lo aseguran fuentes cercanas al Ministerio de Hacienda, quien en vísperas electorales catalanas podría flexibilizar el límite de déficit de esta autonomía y de algunas otras como Murcia y la Comunidad Valenciana.
Un miembro del gabinete del ministro Cristóbal Montoro reconoce, en conversación con elEconomista, que las comunidades autónomas que componen el arco mediterráneo "están infrafinanciadas". "Sabemos que cada vez que hay Consejo de Política Fiscal y Financiera todas las autonomías protestan Y de todos los colores. Pero la realidad es que algunas tienen más dificultades y todo el mundo lo sabe", asegura esta fuente.
Los datos de déficit del año 2014 corroboran esa versión. Junto a Extremadura, que registró unos números rojos del 2,4%, Murcia (2,8%), Cataluña (2,58%) y la Comunidad Valenciana (2,39%) arrojaron los peores resultados entre las CCAA, alejándose drásticamente del 1% de déficit que había impuesto el Ministerio de Hacienda para el conjunto del año.
De cara a 2015, las previsiones apuntan en la misma dirección. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) emitió un informe hace dos semanas en el que alertó que Cataluña incumpliría los límites de Hacienda tanto para este año como para el próximo. Este año, con el límite fijado en el 0,7%, solo Cataluña podría registrar un desfase del 2%.
En breve, la AIReF podría decretar cifras parecidas para la Comunidad Valenciana y Murcia, ya que el organismo está elaborando un informe, comunidad por comunidad, sobre los objetivos de estabilidad presupuestaria de cada una de ellas. Un estudio que será presentado "entre el lunes y el miércoles" de la próxima semana, según fuentes del organismo, y que se hará público pocos días antes de la celebración de una nueva reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.
En ese encuentro, aún sin fecha concreta, el ministro Montoro podría comunicar a los consejeros autonómicos su intención de proponer, una vez más, un déficit asimétrico que desahogue a las comunidades más asfixiadas.
Poco antes de las catalanas
La concesión de un margen extra con el déficit a comunidades como Cataluña llegaría tan solo dos meses antes de la celebración de las elecciones a la Generalitat, convocadas por el president Artur Mas en clave independentista.
No pasa por alto el hecho de que Mas utilice el victimismo en términos económicos como uno de sus mantras para alentar el soberanismo. La pasada semana, de hecho, aseguró que "una Cataluña independiente crecería a un ritmo anual del 3%", utilizando de nuevo el argumento de una supuesta solidaridad excesiva de Cataluña con el Estado. Por eso, un gesto del Ministerio de Hacienda en el sentido de propiciar un alivio a las finanzas catalanas restaría fuerza a las tesis más soberanistas. Esa fue también la intención del ministro Montoro cuando en 2013, año en el que el soberanismo vivía su máximo apogeo, permitió por primera vez un déficit asimétrico.
Por si fuera poco, el martes Hacienda hizo públicas las conocidas como balanzas fiscales, un aviso en toda regla al Govern. Esas balanzas, relativas a 2012, reflejaron con números como Madrid aporta mucho más al Estado de lo que recibe (19.015 millones), y también en mayor medida que Cataluña (cuyo saldo negativo es de algo más de 7.439 millones).
Además de restar potencia a los argumentos soberanistas, fuentes conocedoras de las negociaciones entre Hacienda y las autonomías aseguran que, con una nueva edición del déficit a la carta, el ministro Cristóbal Montoro estaría preparando el terreno también para las generales. "El PSOE y Ciudadanos ya han hecho públicas sus propuestas sobre financiación autonómica, por lo que el déficit asimétrico podría ser una carta del Gobierno para no quedarse fuera del debate".
Como telón de fondo, la reforma de un sistema de financiación heredado del Gobierno de Zapatero y que Hacienda reconoce como "caótico", pero que por cuestión de plazos no podrá ser abordado, al menos, hasta el año que viene.