
Con esas palabra se ha expresado Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank, en un boletín especial sobre la agudización de la crisis en Grecia: "Hay exactamente la misma sensación en el ambiente que antes de la quiebra de Lehman. Recuerdo haberme sentido aislado al pensar que Lehman fracasaría a la hora de mantenerse a flote, tanto el mercado como la Fed seguían viendo soluciones de última hora", señala el banquero.
Tal y como publica Bloomberg, los líderes europeos están apresurándose para convencer a Tsipras. Que el primer ministro griego recapacite, que se vuelva a comprometer con las instituciones, que depende de su Gobierno caerse por el precipicio o mantenerse dentro del euro.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha hecho una oferta de última hora en un intento por salvar el acuerdo, justo hoy que vence el pago de 1.600 millones que Grecia debe hacer al FMI. Varoufakis ya ha confirmado que Grecia no va a devolver dentro del plazo ese crédito al FMI.
Jakobsen explica que pasó lo mismo con Lehman en EEUU. Las soluciones de última hora aparecían en cualquier lado, las informaciones eran contradictorias en ocasiones: "El plan de la Fed se basó en comprar más tiempo ya que los planes que se iban proponiendo iban saltando por los aires. Lehman no tuvo un plan, ni tampoco Grecia".
El economista también muchas similitudes con el denominado riesgo moral. "Se enmarca detro del marco macro-prudencial de siempre tratando de ganar tiempo y nunca funciona", añade.
Una crisis humanitaria
De este modo, Steen Jakobsen aconseja a los inversores "tomarse unas vacaciones de seis meses de los mercados, por desgracia este me parece el mejor consejo".
Por otro lado, Athanasios Vamvakidis, estratega de divisas en Europa para Bank of America, ve la situación muy complicada para los inversores y la población de Grecia: "Los bancos griegos se quedarán pronto sin efectivo, también se verán mermadas las importaciones, incluyendo los medicamentos, ante la escasez de divisas y euros. A menos que el BCE extienda la asistencia financiera".
"Mientras que Grecia no obtenga financiación su economía colapsará. Mi opinión personal es que estamos en una situación muy mala, pero lo peor está aún por llegar".
Si el BCE no extiende el ELA (liquidez de emergencia) "veremos en Grecia un desastre humanitario, la gente comenzará a notar los efectos cuando no pueda sacar dinero, cuando empiece a ver escasez de algunos productos ante la caída de las importaciones. Los medicamentos son importados, al igual que muchos alimentos básicos".