
El Banco Mundial ha presentado en Washington sus Perspectivas Económicas Mundiales, donde mejora en cuatro décimas las previsiones de crecimiento para la zona del euro este año, cuando su PIB se expandirá un 1,5 por ciento. Desde Washington también mejoraron las proyecciones para 2016 en dos décimas, con un avance aproximado del 1,8 por ciento. Dicho esto, la institución rebajó sus estimaciones para Estados Unidos hasta el 2,7 por ciento este año y hasta el 2,8 por ciento el que viene.
Con el esperado despegue de las tasas de interés de EEUU, los costes del endeudamiento aumentarán para las economías emergentes y en desarrollo en los próximos meses. Se prevé que este proceso será relativamente fluido, puesto que la recuperación de la economía estadounidense continúa y las tasas de interés se mantienen bajas en otras economías importantes.
No obstante, hay riesgos enormes que podrían echar por tierra estas expectativas, sostiene el informe. Tal como el anuncio inicial de normalización de las políticas financieras en EEUU agitó los mercados financieros en 2013, el primer aumento de las tasas de interés que decrete la Reserva Federal de ese país desde la crisis financiera mundial podría desencadenar la inestabilidad de los mercados y reducir los flujos de capital hacia las economías emergentes en hasta 1,8 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB), señaló el informe. En estas circunstancias, se proyecta que las economías en desarrollo crezcan en 4,4 % este año, con un probable aumento a 5,2% en 2016 y 5,4% en 2017.
"Las bases de la economía mundial están cambiando de manera lenta pero segura. Por el momento, China ha sorteado hábilmente los obstáculos y ha desacelerado su crecimiento a 7,1%; Brasil, cuyo escándalo de corrupción ocupa la primera plana noticiosa, ha sido menos afortunado y arroja crecimiento negativo. Con una expansión esperada de 7,5% este año, India por primera vez lidera el cuadro de crecimiento del Banco Mundial de las principales economías. El obstáculo más grave que ensombrece este panorama tan dinámico es el eventual despegue de EEUU", explicó Kaushik Basu, vicepresidente superior y economista en jefe del Banco Mundial.
Esta situación dañaría en especial a los mercados emergentes más vulnerables y con perspectivas de crecimiento en descenso. En los mercados exportadores de productos básicos que ya bregan por ajustarse a los persistentes precios bajos de los bienes primarios o en los países con políticas fiscales inciertas, una desaceleración en los flujos de capital profundizaría los desafíos en esta materia.
En el documento también se hizo referencia a Grecia. "La tensión económica y financiera en Grecia presenta un riesgo para el panorama regional, aunque las exposiciones de otras partes de la zona del euro han disminuido desde 2010", afirmaron los funcionarios de Banco Mundial. Para la organización, la crisis en Grecia "está teniendo repercusiones de amplio alcance para la propia economía griega", pero ha tenido hasta ahora un impacto limitado sobre la zona del euro en su conjunto. "Sin embargo, existe el riesgo de que un mayor deterioro de la situación acabe por afectar a la confianza de la eurozona", explicó el informe.